A casi dos semanas de la suspensión de los vuelos internacionales hacia Ecuador, decenas de viajeros que quedaron varados y que no pertenecen al grupo vulnerable están a la espera de que el Gobierno abra para ellos la posibilidad de regresar pronto.

El protocolo que se estableció para el retorno de ecuatorianos en condición vulnerable (niños, mujeres embarazadas, adultos mayores y personas con discapacidad) inquieta a algunos de los ecuatorianos que están a la espera, debido a que consideran altos los costos que deberán asumir.

A través de videos y mensajes colgados en Twitter hay quienes objetan que en el protocolo se establezca como una condición quedarse en un sitio de hospedaje a cumplir la cuarentena de catorce días y asuma todos los costos que esto implica.

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Fabricio Álvarez, uno de los viajeros que están varados Estados Unidos, dijo que no tiene lógica que mientras los contagiados en Ecuador cumplen el aislamiento en domicilios, a los ecuatorianos varados se les esté obligando a realizar una cuarentena en un sitio de hospedaje, aunque la prueba haya sido negativo.

Unos piden flexibilizar este punto y permitir que se haga en la residencia del viajero.

Los altos costos de pasajes que deberían pagar los ecuatorianos también preocupan a quienes no tienen condiciones para asumir todo ese gasto.

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Quienes están en Estados Unidos y México señalan que por estos días se están vendiendo boletos de un solo tramo que superan los 500 dólares y para regresar de Europa están por encima de los 1000 dólares.

Chéster Salazar, ecuatoriano que viajó a México por asuntos laborales y no pudo regresar antes del cierre de los vuelos, señaló que él está dando alojamiento a seis ecuatorianos que no tienen cómo solventar su estadía en ese país. Él indicó que dentro de ese grupo hay quienes no tienen para asumir eventualmente todo lo que se incluyó en el protocolo.

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Según sus cálculos, tendrían que tener unos 1200 dólares para costearse la repatriación, pues el tiquete aéreo le costaría 580 dólares, 350 dólares en alojamiento y otros rubros.

Karen García, residente en Salinas, está en Perú y debía regresar el 20 de marzo a Ecuador, pero no alcanzó a cambiar su boleto. Ella dijo que no tendría presupuesto para cubrir los costos de la repatriación, sobre todo por la cuarentena que le tocaría cubrir por catorce días lejos de su residencia.

Otros ecuatorianos plantean que para darle un sentido más humanitario a la medida se usen aviones estatales o se den facilidades a quienes no pueden asumir todo el costo.

Salazar propone que se utilicen las aeronaves de la empresa pública Tame, así como el avión presidencial 1 y 2 para ayudar a regresar a ecuatorianos a sus hogares.

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El retorno de gran parte de los ecuatorianos en el extranjero no es asunto fácil. El canciller José Valencia estimó la semana pasada que unos 2500 compatriotas estaban fuera, el 50 % en Estados Unidos.

Primeros vuelos llegaron de México, EE. UU. y Alemania

Los primeros vuelos con ecuatorianos en condición vulnerable han comenzado a llegar desde México, Estados Unidos, Canadá y Alemania. Dentro de ese grupo hay quienes han tenido que pagar por sus boletos y otros que han encontrado apoyo y no han cancelado por el tiquete aéreo.

Una madre de familia de uno de los chicos del colegio Alemán de Guayaquil que quedó varado en Limburgo dijo que la aerolínea Latam Ecuador ofreció traer a los adolescentes sin costo desde Fráncfort.

Un avión de esa aerolínea estaba en Alemania debido a que transportó a turistas que se habían quedado varados en la capital ecuatoriana.

Los chicos del colegio Alemán harán la cuarentena en la capital, en un hotel asignado por el Gobierno antes de que puedan regresar a sus hogares en Guayaquil.

Protocolo

  • Los consulados deben notificar a la Cancillería ecuatoriana sobre casos de ecuatorianos vulnerables que quieren retornar, según el protocolo fijado por el Gobierno.
  • La Dirección de Aviación Civil será la encargada de autorizar los vuelos especiales para el retorno de ecuatorianos.
  • El Ministerio de Salud realizará una evaluación médica obligatoria al arribo de los pasajeros. Se tomará una prueba para determinar si son portadoras o no del coronavirus.
  • Y aunque la prueba dé negativa, el viajero deberá cumplir con un aislamiento preventivo obligatorio de catorce días.
  • El aislamiento debe ser cumplido en un establecimiento que fijen las autoridades. Los costos de hospedajes deben ser cubiertos por el pasajero.
  • Si el viajero viola el aislamiento, podrá ser sancionado civil y penalmente. (I)