Elías, de 11 años, juega pelota con su padre, Franklin Realpe, de 60, y con su hermano, de 32, videojuegos.

“Los dos compiten en el Play Station”, cuenta el jefe de esta familia, un oficial de la Armada retirado que tuvo dos hijos en su primer compromiso y dos más en el segundo.

Los tres primeros se criaban con él cuando nació Elías. “Ser padre a los 49 es un cúmulo de emociones, volver a vivir ya con la experiencia acumulada”, indica.

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La idea del cuarto hijo surgió del amor que le profesa a Haideé Heredia, afirma Franklin.

“Las edades no se repiten, pequeños son el tesoro de uno y ya grandes pues los compañeros y amigos de los padres”, agrega Franklin, quien volvió a concebir con Haideé 21 años después de que tuvieron al tercer hijo.

A la mediana edad asumió de nuevo el rol ahora con más experiencia y tiempo libre. “Como decimos en la Marina el tiempo y la marea no regresan y el compartir con los hijos tampoco”, sentencia como consejo. (I)