El tren del Ecuador llegó por última vez al Pueblo Mágico de Alausí durante la última semana de marzo pasado, según su alcalde Rodrigo Rea.

Con la pandemia se suspendieron los recorridos por una de las rutas más conocidas, la que lleva al atractivo insigne, la Nariz del Diablo.

“El tren generaba el movimiento económico del cantón. Hemos pedido la competencia para hacernos cargo en el tramo desde el Puente Negro hasta la parroquia Huigra, pero no tenemos buenos resultados hasta ahora”, dice Rea.

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El Gobierno nacional dispuso en mayo la liquidación de la Empresa de Ferrocarriles del Ecuador y la consecuencia ha sido la paralización de una ruta histórica para Alausí, indica Rea.

Al accidente geográfico Nariz del Diablo se llega por el momento en auto o caminando.

Solo durante el 2019 arribaron más de 50.000 turistas, en su mayoría atraídos por el paseo en tren en la considerada como una de las rutas más difíciles del mundo. “Para este año la meta era sobrepasar los 60 mil visitantes”, dice Rea.

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La ruta del tren da identidad a este destino. Foto: Cortesía de la Municipalidad de Alausí

El tren era la columna vertebral del movimiento turístico. "No vamos a permitir dejar morir el tren, el sonido de la máquina y el pito nos levantaba", dice Rea.

Sin embargo, hay dos vías habilitadas hacia la Naríz del Diablo. Una es por un camino vehicular y la otra, recorriendo la misma ruta del tren por un tramo de 12 km.

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El presupuesto anual del cantón asciende a $ 7 millones para atender a 50 mil habitantes.

Alausí es considerada como la ciudad de los cinco patrimonios: ferroviario, natural, cultural, arqueológico, arquitectónico e inmaterial religioso. Foto: Cortesía de la Municipalidad de Alausí

Fue reconocida como Patrimonio de la Nación en el 2004. El destino tiene una capacidad de alojamiento para 2.500 personas. (I)