Son treinta años sobre escenarios en Ecuador y el extranjero que, por ahora, quedan en stand by, a la espera de que los resultados electorales, afirma Juan Fernando Velasco (48 años), cantautor desde su adolescencia y hoy candidato a la Presidencia de la República. Cuenta que luego de que el exvicepresidente Otto Sonnenholzner desistió de participar en la contienda surgió su nombre en Construye, antes Ruptura de los 25, movimiento liderado por María Paula Romo y Juan Sebastián Roldán, altos funcionarios del gobierno de Lenín Moreno. Sin embargo, Velasco dice que no tiene ataduras y que “solo es una buena alternativa” del oficialismo.

¿Cuáles son sus credenciales para aspirar a la Presidencia?
Amo y he trabajado siempre por este país. Son treinta años de experiencia en un ámbito complejo, que es el de la música, el arte y la cultura, en donde hemos sido exitosos con honestidad, trabajo y responsabilidad. Y tengo experiencia en lo público que es fundamental, como ministro de Cultura.

De la música a la política. ¿Un salto al vacío?
Si, es un salto al vacío, es mucho riesgo. Pero yo soy de los que no se queda en la zona de confort. Cuando llegó la propuesta de ser candidato a la Presidencia no lo dudé, porque yo soy de desafíos y creo que la política puede ser distinta. Hemos tenido economistas, abogados, doctores, militares… Ahora están regalando plata, hablando del oro en los celulares, de exportar agua o de dar créditos que un banquero nunca dio. Es momento de pensar desde otra lógica.

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¿Sin una formación política?
Precisamente, esa formación política es la que hace que te alejes de las necesidades de la gente. Yo puedo decir que me he pasado escuchando las necesidades de la gente, me he caído y me he levantado.

¿De dónde salió la propuesta de ser candidato de Construye?
Había un gran sector de la población, del oficialismo y del empresariado que confiaba en la candidatura de Otto Sonnenholzner, una apuesta política joven y diferente, pero que declinó por motivos personales.

¿Otto fue la primera opción, declinó y apareció Velasco?
Claro. Él iba por Construye; sentíamos que tenía las mejores credenciales. Luego declina su candidatura y, con asesores internacionales y estudios, se decidió que quien podría tener una posibilidad cierta de llegar al electorado que busca una alternativa era alguien como yo, que no venía del sector político y que la gente conocía.

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Es decir, apareció un perfil, pero no necesariamente el nombre de Juan Fernando Velasco
Es que ¿quién más? Pensamos en nombres y no había más. Es un desafío convertir ese cariño de la gente en una intención de voto.

¿Fue también una forma de salvar a Ruptura?
No es mi intención ayudarle a María Paula (Romo) a que salve su partido. Estoy aquí porque creo posible llegar a la Presidencia con una alternativa.

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¿Alternativa, pero dentro del oficialismo actual?
Quiero pensar que el oficialismo ve en mí una buena alternativa.

¿De continuidad?
Es que no sería de continuidad. Siento que ven en mí una posibilidad de que se consoliden algunos logros de este gobierno, como las relaciones internacionales, el fortalecimiento de la dolarización, los acuerdos comerciales, la libertad de expresión… En otras cosas han dejado pasar la oportunidad de resolverlas y yo quiero encararlas definitivamente. Soy una alternativa. Lasso también es un candidato afín al oficialismo; sin duda, cercano al gobierno.

¿Y qué errores de Moreno corregiría?
La manera en que el Estado se mueve lento, burocrático, con trámites, con pocas oportunidades. Si le preguntas a la gente si siente que el Estado le apoya en un emprendimiento nadie va a decir que sí. ¿Entiendes? Solo trabas.

En sus inicios, Ruptura era un movimiento anclado a las ideas de contrapoder, pero luego se convirtió en poder. Ahora está con Moreno y es Construye. ¿En qué se diferencian?
Creo que es una pregunta más para los viejos líderes y mentalizadores. Yo creo que Construye es una propuesta con principios, como la honestidad.

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En caso de llegar al poder, ¿Romo o Roldán serían ministros?
Es muy prematuro para pensar en algo así. Además, no sé si María Paula quiera ser parte de un gabinete después de la experiencia en la Asamblea y su censura... Pero mi gabinete estará conformado por los mejores ecuatorianos y ecuatorianas.

¿Qué garantía ofrece al ciudadano común?
Ninguna. Nadie puede garantizar mas allá de lo que ha demostrado en su vida. En realidad, la garantía está ahí.

En síntesis, ¿qué destaca de su plan de gobierno?
Yo diría que es pensar nuevo, pensar distinto. Salirnos de esa política tradicional, construir en conjunto y convocar a los mejores ecuatorianos, hacer que el Estado esté del lado del ciudadano, no en contra.

Más allá del resultado, ¿seguirá en la política?
No sé, depende de los resultados. Cuando entré al Ministerio de Cultura pensaba que al terminar mi función iba a volver a la música y, de hecho, estaba ya pensando en mi próximo disco. Pero... depende de lo que pase.

¿Y volverá a la música?
Soy músico. Como un artista que está parado ahí, tal vez no. Pero tengo muchas facetas: soy productor, empresario y tengo iniciativas. Rubén Blades volvió a la música, luego de que fue candidato presidencial y perdió; también fue ministro. Y es un músico que hasta hoy tiene relevancia. Yo no sé bien qué es lo que me depare el futuro, solo puedo decir que siempre he hecho las cosas de corazón.

Algo más...

¿Quiénes están en su círculo más cercano?
Tenemos el acompañamiento de Abel Aguilar, que es nuestro estratega; de Javier Barona, que nos ayuda con las ideas y la comunicación; en lo político, Iván González que es el director de Construye. Y hay otra gente también que se involucra.

¿Cómo se financia su campaña electoral?
Por ahora, con recursos de empresarios que consideran que esta es una alternativa válida. Pero es muy poco lo que hemos podido levantar, las campañas requieren de un esfuerzo muy grande.

Autodefinición ideológica
De centroizquierda.

¿Cuál ha sido el mejor presidente del Ecuador?
En la historia... Ojalá el que venga. (I)