Un periodista estadounidense especializado en ciencia cree que restos de dinosaurios habrían caído en la Luna tras choque del asteroide que los extinguió.

Peter Brannen en su libro El fin del mundo, publicado en 2017, describe que el violento impacto del asteroide abrió un “agujero de vacío del espacio exterior en la atmósfera”. Esto envió escombros volando a la órbita y trozos de dinosaurios pueden haberse mezclado en el enorme volumen de tierra que se expulsó al espacio, restos que también habrían llegado al satélite natural.

Brannen considera que el catastrófico asteroide que cayó sobre lo que ahora es la península de Yucatán en México, era más grande que el Monte Everest y se estrelló contra la atmósfera 20 veces más rápido que una bala a gran velocidad.

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“Esto es tan rápido que habría atravesado la distancia desde la altitud de crucero de un avión 747 hasta el suelo en 0,3 segundos”, detalla el libro. La publicación incluye comentarios del geofísico Mario Rebolledo, del Centro de Investigación, quien le dijo a Brannen: “La presión de la atmósfera frente al asteroide comenzó a excavar el cráter antes de que llegara allí”.

Brannen estima que el suceso de extinción, que se dio hace 66 millones de años, no se parecía en nada a lo que vemos en las películas, que suelen mostrar una bola de fuego brillante cruzando el cielo.

“Cuando el asteroide chocó con la tierra, en el cielo por encima de él, donde debería haber habido aire, la roca abrió un agujero de vacío del espacio exterior en la atmósfera”, comenta Brannen. “Cuando los cielos se precipitaron para cerrar el agujero de la atmósfera, enormes volúmenes de tierra fueron expulsados ​​a la órbita y más allá, todo en uno o dos segundos del impacto”, describió el autor.

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Así, Brannen justifica su teoría de que la tierra mezclada con restos de dinosaurios puede haber llegado a la Luna, aunque por ahora no se tiene evidencia suficiente para probar que fue así. (I)