El estudio titulado “Crédito bancario como motor del crecimiento económico en el Ecuador” confirma cómo el crédito y su acceso es un factor determinante para una economía.

Una de las principales conclusiones es que “el crédito destinado a la inversión genera un efecto multiplicador hasta siete veces mayor en comparación con el crédito orientado al consumo”.

El crédito bancario es un pilar clave que impulsa el desarrollo económico del país, señala este estudio de abril de 2025 desarrollado por el Departamento de Economía Cuantitativa y el Departamento de Matemática de la Escuela Politécnica Nacional (EPN).

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En términos específicos, por cada 1 % de crecimiento en el crédito bancario dirigido al sector productivo, el PIB (producto interno bruto) del Ecuador crece en 1,30 %.

En cambio, un aumento del 1 % en la cartera de crédito para el consumo de los hogares contribuye a un crecimiento económico del 0,18 %.

El PIB es un indicador económico que mide el valor total de todos los bienes y servicios finales producidos dentro de un país durante un periodo determinado, generalmente un año.

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“Cada dólar adicional otorgado en crédito bancario se traduce en un aporte de 90 centavos de dólar al PIB a través de la inversión, y 12 centavos de dólar mediante el consumo de los hogares”.

Respecto a los datos de la banca, en 2024 la cartera de crédito de los bancos privados creció un 9 %. “Esto se traduce en más oportunidades de crecimiento para el sector productivo y de las personas, ya que ese monto otorgado será destinado para cumplir sueños, ampliar negocios, etc”, indica la investigación.

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Según datos oficiales de la Superintendencia de Bancos, en 2024 la cartera de crédito de los bancos privados creció un 9 %.

Asimismo, del total de la cartera de crédito a diciembre de 2024, que ascendió a 45.934 millones de dólares, un 58 % se destinó a sectores productivos, mientras que el 42 % al consumo.

Pese a las diferencias, ambos tienen su valor e impulso.

Los resultados del estudio confirman que el crédito desempeña un papel fundamental en el impulso del crecimiento económico y que su efecto sobre el PIB se da mediante dos mecanismos principales: la inversión medida a través de la FBKF (formación bruta de capital fijo, que es la inversión interna de las empresas del país) y el consumo.

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“Se comprobó que el crecimiento de la cartera de crédito influye en el PIB a través de la inversión, de modo que un aumento en la cartera bruta de crédito impulsa la FBKF, estimulando la producción y permitiendo a las empresas financiar nuevos proyectos. Asimismo, el análisis revela que un incremento en la cartera de crédito favorece el consumo de los hogares, lo que a su vez incrementa el PIB”, señala la publicación.

“El crédito permite a los individuos y empresas financiar proyectos que de otro modo no serían viables, lo que puede resultar en un aumento significativo en la producción y el empleo. Además, el consumo de los hogares, que representa una parte sustancial del PIB, se ve influenciado por la disponibilidad de crédito, ya que facilita la adquisición de bienes y servicios, impulsando así la demanda agregada”, dice la investigación.

El financiamiento para la FBKF permite a las empresas invertir en maquinaria, infraestructura, tecnología y capital de trabajo, lo que no solo mejora su productividad, sino que también contribuye al crecimiento económico general.

Tres conclusiones del estudio sobre el crédito

  • Impulsar el crédito bancario bajo criterios técnicos y prudentes fortalece la economía: una gestión de riesgos responsable es clave para un crecimiento sostenible y con visión de largo plazo.
  • Un sistema financiero sólido requiere estabilidad macroeconómica y regulaciones que permitan una circulación eficiente del crédito. La confianza del mercado depende de estas condiciones.
  • El crédito bancario tiene mayor impacto en el crecimiento económico cuando se canaliza hacia sectores productivos. Evitar distorsiones en su asignación es fundamental para preservar su efecto positivo.

El estudio tiene como objetivo analizar la relación entre el crédito otorgado por los bancos privados y el crecimiento económico en Ecuador, a través de distintas variables de confirmación: PIB, formación bruta de capital fijo, el gasto de consumo de los hogares, cartera de crédito bruta de bancos privados, exportaciones e importaciones.

Esta investigación científica, elaborada por Marcela Guachamín, Adriana Uquillas y Roberth Rodríguez, miembros del Grupo de Investigación de Políticas Públicas de la EPN, analiza el impacto del crédito en la economía a través de su influencia en la inversión y el gasto de los hogares.

Las series temporales utilizadas comprenden el periodo entre el primer trimestre de 2003 y el segundo trimestre de 2024.

Aunque el vínculo entre crédito y crecimiento económico ya ha sido documentado en estudios previos, esta es la primera vez que se cuantifica el impacto con precisión en el país, señala la publicación.

Según el Banco Central del Ecuador, la economía se contrajo 2,0 % en 2024. A pesar de este escenario, el crédito ayudó a sostener la actividad, especialmente en el cuarto trimestre, debido a que varios negocios realizaron inversiones adicionales vía financiamiento.

Los bancos privados fueron los principales impulsores del crecimiento del crédito, cumpliendo un papel determinante en la dinámica del financiamiento de la economía.

El impacto positivo del crédito fue limitado por factores adversos que afectaron la economía nacional.

Para 2025, el BCE proyecta un crecimiento del 2,8 %, apoyado justamente en gran parte por el crédito bancario.

Finalmente, la investigación recomienda promover el crédito bancario bajo condiciones de mercado y a través de una gestión de riesgos técnica y prudente, como herramienta estratégica para alcanzar un crecimiento económico sostenible.

Para lograrlo, plantea la necesidad de adecuar el marco normativo que facilite la fluidez del crédito e incorporar regulaciones basadas en mejores prácticas internacionales, así como consolidar un sistema financiero sólido y dinámico que permita una expansión del crédito en beneficio de toda la economía. (I)