Los teléfonos inteligentes cambiaron la forma en la que el ser humano organiza e interactúa. Los smartphones pueden facilitar cientos de actividades diarias. Incluso, es posible pagar en el supermercado o tienda por medio de Apple Pay u otros servicios. Sin embargo, ya es posible dejar el teléfono o las tarjetas a un lado y pagar tan solo con la palma de la mana.