Andrés Merino llegó a tener hasta tres tarjetas de crédito. Reconoce que al no contar con una planificación financiera correcta el número de tarjetas que tenía y sus saldos lo confundían, por lo que optó por cerrar una de ellas. Sin embargo, él pensaba que solo pagando el saldo que había utilizado y dejándola de usar, el banco “cancelaría automáticamente” la tarjeta.