El impacto de la pandemia de COVID-19 no solo provocó que varios servicios de salud colapsen, también impulsó nuevas dinámicas sociales.

A nivel económico hubo también modificaciones debido a las restricciones de movilidad que se plantearon. Una de estas fue la incorporación de métodos de pago electrónico cuando hubo personas que se rehúsaban a hacerlo.

Un informe de la consultora estratégica McKinsey Global Publishing detalla que cada vez las tarjetas de crédito y débito se han vuelto la manera preferida de pagar en Latinoamérica. En el 2021 se realizaron encuentras en ocho países y para el 2023 se sumaron otros dos.

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¿Por qué en Ecuador a la hora de pagar se sigue prefiriendo el efectivo?

De allí se notó que entre ambos años el porcentaje de las personas que elegían el efectivo se redujo a la mitad, pero en métodos alternativos aumentó.

Para el 2021 el 59% prefería el efectivo, pero dos años más tarde este alcanzó el 30%, mientras que la tarjeta de débito pasó del 16% al 36%.

La consultora afirma que cada país tiene sus matices, sin embargo, hay tendencias en comunes que deben ser tomadas en cuenta por los bancos y otras instituciones.

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“El efectivo está perdiendo terreno, pero conservará su relevancia en el mediano plazo, en particular para los segmentos de menores ingresos... El poder de permanencia del efectivo puede atribuirse a dos factores: muchos comercios solo aceptan ese medio de pago, y más de la mitad de los trabajadores de la región tienen empleos informales y generalmente reciben su salario o nomina en dinero físico”, señalaron.

Justamente Ecuador era el país que el 49% de los encuestados preferían el dinero en efectivo, seguido por Colombia con el 43%.

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José Pablo Gil, gerente comercial de Minsait Payments, explica que el uso de medios de pago no se ha expandido como en el continente asiático por el acceso a los servicios de internet, la infraestructura y cómo esta llega a los distintos lugares, pues en Latinoamérica aún hay ciertas restricciones de acceso para muchas personas, lo que impediría un salto a la digitalización en los medios de pago.

En Ecuador “el efectivo sigue siendo el principal instrumento de pago, utilizado por el 81 % de la población. Le sigue la tarjeta física con un 65 %, tanto en su modalidad de débito (55 %) como de crédito (39 %), en parte porque la población se encuentra relativamente bien equipada de tarjetas de pago”, indicó Minsait Payments en otro informe.