Muisne, ESMERALDAS

Moradores de las parroquias Galera, Quingue y Cabo de San Francisco, del cantón Muisne, solicitaron la intervención de la Prefectura de Esmeraldas para gestionar la construcción del nuevo puente que se destruyó por la creciente del río, el 3 de abril del 2023.

El pedido lo hicieron a la prefecta Roberta Zambrano debido a los inconvenientes que tienen unas cuatro mil familias de estas parroquias, que en su mayoría se dedican a la pesca, agricultura, ganadería y el turismo.

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Las estructuras del puente colapsado se encuentran en el río desde la destrucción, y aquello dificulta la movilidad de pequeñas embarcaciones, relató Gervasio Cherre, canoero.

El hombre recordó que el viaducto destruido tenía más de cuatro décadas y hace dos años recibió un mantenimiento.

Colapso de un puente deja incomunicados a poblados costeros de Muisne

A este pedido se suma también la reparación del camino vecinal costanero Tonchigüe-Galera-Cabo de San Francisco, que también se afectó por deslizamientos de tierra, contó Ángel Arias, presidente de la Junta Parroquial de Cabo de San Francisco.

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La prefecta Roberta Zambrano refirió que ni esta vía ni el puente son competencias del Gobierno Provincial de Esmeraldas, sino del Ministerio de Transporte y Obras Públicas (MTOP). Pero se comprometió a ayudar en las gestiones para conseguir un puente metálico.

Técnicos de la Prefectura de Esmeraldas realizaron el levantamiento de información hace unos cuatro meses, para construir un nuevo viaducto.

Una tarabita y un puente improvisado de madera y cañas, amarrado con cabos, se usan en la movilidad de las personas y el paso de motocicletas y bicicletas.

Tarabita construida sobre el río San Francisco (Muisne) para el traslado de pasajeros, motocicletas y mercaderías. Foto: Luis Freire Adrián

La plataforma de madera solo se utiliza cuando el río tiene bajo caudal, principalmente para el paso de los alumnos, que a veces no tienen los $ 0,25 para movilizarse en la tarabita, comentó Rosaura Bone, madre de tres niños que estudian en Muisne.

La tarabita fue construida por don Mario, morador de Muisne, para ayudar en el traslado de estudiantes, docentes, agricultores y hasta profesionales, en el tramo de unos 80 metros donde se cayó el puente de cemento.

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El pasaje por persona es de $ 0,50. Niños, alumnos y personas de la tercera edad pagan $ 0,25, y $ 1 por motocicletas o bultos de mercadería.

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Representantes de las parroquias Galera, Quingue, Estero de Plátano y Cabo de San Francisco conformaron el comité vial para trabajar de manera mancomunada en el arreglo de la carretera Abdón Calderón- Quingue, que pese a no ser competencia de la Prefectura se intervendrá por la necesidad que tienen las comunidades aledañas. (I)