Cuatro asociaciones asumen la custodia del ecosistema manglar de Esmeraldas

Acuerdos sobre el uso sostenible y prohibir la tala del manglar lograron 140 socios de cuatro asociaciones que asumieron la custodia de este ecosistema del norte de Esmeraldas.

Las asociaciones que lograron este convenio son las de producción pesquera artesanal afroecuatoriana de bioacuáticos del manglar Canchimalero, de jóvenes afroecuatorianos de Recursos Marino Costero, de productos bioacuáticos 11 de Octubre y de producción pesquera y recolectora La Barca.

Estas organizaciones realizan la pesca artesanal y recolección de conchas y cangrejos en los cantones Eloy Alfaro y San Lorenzo.

Pero la tala para la obtención de madera, la construcción de camaroneras, la construcción de viviendas y el desarrollo urbanístico ocasionaron que el bosque de manglares vaya decreciendo en los últimos años.

Manglares, refugio de vida silvestre

A esto se suma la sobreexplotación de los recursos con la pesca indiscriminada, irrespeto a las vedas de pesca, contaminación por agua residuales, desechos sólidos, agroindustriales, metales pesados y los derrames de hidrocarburos.

El Ministerio del Ambiente, Agua y Transición Ecológica entregó en Quito los cuatro acuerdos de uso sostenible y custodia del ecosistema manglar (Auscem), reveló Nober Pinillo, presidente de la Red de Integración Económica de Asociaciones de Usuarios de Manglar (Redaumslea).

Documentos que les permiten la administración legal y protección de los manglares ubicados en sus territorios.

La entrega de estos documentos representa un avance en conservación y producción sostenible, pues los manglares son uno de los ecosistemas más importantes en la lucha contra el cambio climático, dijo.

Rosa Rodríguez, directora de la fundación Heifer Ecuador, detalló que brindan apoyo a la asociación Redaumslea a través del proyecto Desarrollo Rural Sostenible y Conservación de los Recursos Naturales en la región del Pacífico de Ecuador y Colombia.

Se lo hace fortaleciendo técnicamente con la implementación del plan de manejo y el levantamiento de información, para el cumplimiento de la normativa ambiental y el reporte semestral ante el Maate.

En la actualidad, cinco de las catorce asociaciones afiliadas a Redaumslea administrarán 1.364,76 hectáreas, que están en manos de 140 socios pescadores y concheros de la costa ecuatoriana.

“Con esta herramienta, nosotros vamos a fortalecer el cuidado de nuestros manglares. Vivimos en una provincia donde hay altos índices de violencia que responden al hambre y la falta de trabajo. Con estos acuerdos, vamos a proteger y generar trabajo en nuestros territorios”, dijo Francisco Chamorro, de la asociación La Barca.

La próxima acción que se ejecutará entre Heifer Ecuador y la asociación Redaumslea es el funcionamiento de un centro de acopio. Se proyecta que ahí se recolecten 40.000 conchas cada tres días, es decir, 80.000 semanales.

La provincia de Esmeraldas tiene cuatro zonas de manglar que están ubicadas en la reserva forestal Cayapas-Mataje (49.000 ha), en la frontera norte, así como en los estuarios de los ríos Esmeraldas (242 ha), Atacames y en el cantón Muisne (3.173 ha).

En Muisne, sur de la provincia, la actividad camaronera ha expandido sus piscinas y generó reacciones de comuneros y grupos ecologistas.

Antonio Gracia, integrante del club ecológico de la parroquia Daule Cuenta Conmigo, dijo que están empeñados en cuidar el manglar contrarrestando la contaminación con diferentes actividades. Además, exhortó a la sociedad para que se haga conciencia en el cuidado de las especies que viven en el ecosistema.

Para Angie Cedeño, joven activista, las tareas como reforestación, limpieza y otras actividades que realizan están enfocadas en la defensa de la naturaleza.

Daniel Bravo, director de Gestión Ambiental de la Prefectura de Esmeraldas, indicó que se viene trabajando de la mano de los diferentes niveles de gobierno, instituciones y organizaciones no gubernamentales para la protección y restauración del ecosistema manglar.

Detalló que se realizan controles a las actividades acuícolas para que se cumplan las normas y, de esta manera, no se atente contra el entorno natural. (I)