Ericka Carrera tenía tres años de edad cuando, de la mano de su padre, descubrió la belleza y la magia que se escondían bajo las cristalinas aguas de la fosa de tiburones de Baltra, en las islas Galápagos. Fascinada por la variedad de colores, formas y seres vivos que habitaban en ese ecosistema marino que pudo observar, cuando su progenitor la inició en el mundo del buceo a pulmón, decidió que el agua sería su pasión para toda la vida.

Con cada chapuzón, la ahora apneísta profesional iba descubriendo un mundo lleno de misterios y maravillas. “Me impactó tanto ver la naturaleza tan cerca de mí y tan frágil al mismo tiempo, y también sentirme tan vulnerable. Tuve mucho respeto por todo lo que está al lado mío, la coexistencia”, cuenta la campeona de apnea de profundidad en el Ecuador.

Aunque desde muy pequeña Ericka se familiarizó con el agua, la natación y otros deportes, no fue sino hasta que tuvo 26 años que descubrió su gran pasión por la apnea, gracias a que su ahora esposo la invitara a su primera clase de esta modalidad de buceo que se practica sin ayuda de ningún aparato respirador y en grandes profundidades.

La deportista cuenta que una de las razones para practicar esta disciplina, además de que le apasiona en gran medida, es por sus innumerables beneficios para la salud. Explica que “la apnea ayuda a que las personas generen más glóbulos rojos”, debido a que las células se oxigenan más. “Nos convertimos en superhumanos. Mucha gente que hace actividades de agua se ve mucho más joven que otras personas que tienen la misma edad, porque obviamente oxigenan las células, y además que ayuda a que el corazón siga palpitando de la manera correcta”, resalta.

Siento que lo que yo sé tengo que darlo, porque no sabemos hasta cuándo vamos a estar en esta tierra. Siempre hay que pasar ese conocimiento a otras personas... Mi sueño sería que seamos una comunidad, así como en Tahití, en la Polinesia, en donde la gente naturalmente sabe qué es hacer apnea y no necesitan una licencia, sino que lo tienen ya como generacional.

Ericka Carrera, apneísta

En el mundo del deporte, la lucha por destacar y conseguir reconocimientos puede ser verdaderamente desafiante. Esta reconocida atleta ecuatoriana ha logrado destacar en un campo tan competitivo como la apnea, convirtiéndose en un ejemplo de perseverancia y dedicación, ya que ha logrado varias marcas nacionales y extranjeras; por ejemplo, en 2023, en el evento internacional de Deep Dominica, en el Caribe, obtuvo cuatro récords CMAS y un récord AIDA.

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“Tengo nueve récords nacionales; de momento, soy la persona que más récords tiene en lo que es profundidad. Sin embargo, creo que, más que los récords, me gusta mucho enseñar. Creo que lo que he hecho ha sido simplemente por descubrir qué sucede en mi cuerpo cuando lo expongo a esas profundidades”, cuenta Ericka con determinación en su voz, quien algún día “quisiera ser la primera mujer ecuatoriana en tocar los 100 metros” de profundidad marina.

La atleta de 33 años no solo ha logrado múltiples reconocimientos, sino que también ha utilizado su carrera deportiva como una plataforma para impulsar y apoyar a otras personas, en especial a quienes comparten su pasión por el apneísmo. Por ello fundó la escuela de apnea Carrera Freediving School, en donde contribuye en la formación de niños, jóvenes y adultos de comunidades costeras de bajos recursos del Ecuador en este emocionante deporte.

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Comenzó esta iniciativa educativa en el 2021, “un poco defraudada de cómo funciona el tema del deporte en general”. “En el tema de la apnea no me dejaron ir a un mundial por el cual yo había trabajado muchísimo; pero, bueno, a veces creo que la vida te pone esos retos para verlos como una nueva oportunidad de hacer las cosas mejor. Entonces, decidí enseñar apnea a quienes más pueda, porque para mí es la única forma de que las personas realmente puedan generar un cambio”, agrega con emoción sobre su proyecto, que ya cuenta con 150 graduados.

Además, con su ONG la campeona les apuesta a otras iniciativas que le dan la oportunidad de seguir formando a más personas en la apnea, así como en otros campos que se relacionan con ella. Por ejemplo, explica que tiene otro proyecto llamado Sucre, con el que, más que enseñar, se busca brindar a la comunidad una herramienta de trabajo. “Nuestra idea es ayudarlos a que puedan tener este turismo sostenible, ingresos y promover el turismo en la comuna Machalilla. Vemos que aún falta mucho, pero nuestro objetivo no solo es ayudarlos con la apnea, sino que también en agricultura, educación”, resalta.

Ericka no solo es una deportista de alto rendimiento, sino que también es una esposa y madre cariñosa y dedicada que da balance a todas las facetas de su vida. “No existe nada imposible y, cuando existan barreras, siempre uno tiene que buscar la manera de que ese no sea una nueva oportunidad para lograr nuestros sueños. Las limitaciones las ponen la mente y nuestros propios prejuicios… Y, a pesar de que existen maternidad, matrimonio, trabajo, siempre podemos sobresalir y hacerlo bien”, dice la joven, quien hace pocas semanas alumbró a su segundo hijo.

Foto: El Universo

Ericka, quien en ninguna de las etapas de sus embarazos dejó de hacer apnea, es un ejemplo de valentía, determinación y sacrificio; también les ha hecho frente a las críticas. “Durante mi embarazo me fui a hacer un buceo con unos tiburones martillo, que fue una total coincidencia. Bajé y había un montón de tiburones martillo. Y, bueno, mucha gente habla y dice cosas de las que no tienen ni siquiera conocimiento, pero aprendí a no escuchar, a simplemente oír y dejar que todo lo que sea malo se vaya y lo que realmente sea constructivo se quede”, afirma.

Su historia es un recordatorio de que, a pesar de las adversidades, con esfuerzo y dedicación se pueden alcanzar grandes metas. Y su compromiso con el empoderamiento de las mujeres en el deporte es un llamado a la igualdad y la lucha en todos los ámbitos de la vida. (I)