El pasado fin de semana, Guayaquil registró altas temperaturas así como una alta radiación solar, la cual es la energía emitida por el Sol que llega a la Tierra y se mide en vatios por metro cuadrado (W/m2). Su intensidad varía según la atmósfera y factores astronómicos, lo que puede tener efectos importantes en la salud humana y el medioambiente.

Franklin Ormaza, oceanógrafo y profesor investigador de la Facultad de Ingeniería Marítima y Ciencias del Mar de la ESPOL, explicó el impacto de la radiación.

Indicó que la radiación solar es una constante de 1.265 W/m2 en la atmósfera superior, pero su llegada a la superficie terrestre depende de la cantidad de partículas en suspensión, vapor de agua y nubes. “En Guayaquil, he medido hasta 1.020 W/m2 en un día despejado y apenas 71 W/m2 antes de una lluvia”, señala el especialista.

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“Niveles altos de radiación pueden causar quemaduras y problemas oftalmológicos”

Recientemente, Guayaquil registró un nivel de 884 W/m2, un valor considerablemente alto. Ormaza advierte que esta cifra implica una radiación ultravioleta elevada, cercana a los 90 W/m2 de radiación UV, lo que puede generar quemaduras en la piel, insolación, deshidratación y daños en la vista si la exposición es prolongada. “Incluso las plantas pueden verse afectadas”, agrega.

La alta radiación solar no solo impacta a las personas, sino también a los ecosistemas urbanos y naturales. Según el oceanógrafo, esta condición puede aumentar la temperatura ambiental y la sensación térmica entre 5 y 10 grados centígrados. “Por ejemplo, si la temperatura a la sombra es de 29,2°C, el ‘heat index’ puede elevarse hasta 35,4°C”, ejemplifica.

El Instituto Nacional de Meteorología e Hidrología (Inamhi) emite diariamente la previsión de radiación ultravioleta en las distintas provincias del país.

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“La radiación influye en la evaporación y la formación de lluvias”

La energía solar calienta los cuerpos de agua y el suelo húmedo, favoreciendo la evaporación y la evapotranspiración en organismos vivos. “Esto incrementa la cantidad de vapor de agua en la atmósfera y contribuye a la formación de nubes, lo que eventualmente produce lluvias”, explica Ormaza.

El especialista señala que el incremento de la radiación en Guayaquil es estacional y se debe a la reducción de partículas en suspensión tras las lluvias. “Durante la temporada lluviosa, la atmósfera queda limpia y permite un mayor paso de energía solar. En estos meses, los niveles pueden aumentar entre 300 y 500 W/m2, lo que es considerablemente alto”, advierte.

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Para minimizar los efectos de la radiación, Ormaza recomienda utilizar ropa de manga larga, preferiblemente de algodón o hilo, en colores claros. “Un sombrero de ala ancha es mejor que una gorra, y es importante hidratarse con agua mineralizada o bebidas de rehidratación”, sugiere.

El especialista considera que es fundamental que entidades como el Inamhi y el Ministerio de Salud difundan información sobre la radiación solar y sus efectos. “Las alertas deben ser públicas y de fácil acceso”, enfatiza.

Finalmente, Ormaza advierte que el período de mayor radiación en Guayaquil ocurre entre enero y abril, especialmente en la primera semana de enero, cuando la Tierra está más cerca del Sol. “Por el contrario, los meses de menor intensidad son junio, julio y agosto, siendo julio el más bajo”, concluye.(I)