‘Es el momento de darle el chance a un hijo del pueblo que conoce tu dolor, tu sufrimiento’, dice Bolívar Armijos en su paso por Los Ríos

Quevedo, LOS RÍOS

A bordo de una camioneta doble cabina de color negro llega Bolívar Armijos, candidato a la Presidencia por el movimiento Amigo, lista 16. Es ya media mañana del segundo sábado de julio y un grupo de simpatizantes lo esperan en Quevedo (provincia de Los Ríos).

La primera parada de quien fue por 20 años líder de las juntas parroquiales del Ecuador (Conagopare) es en la calle Marcos Quintana, una zona comercial y popular de Quevedo. Tras descender del vehículo se confunde inmediatamente con sus compañeros que visten casi todos camisas o camisetas de color blanco. Ingresa presuroso y sonriente el oriundo de San Lorenzo, Esmeraldas, al tradicional patio de comidas conocido como Los Agachaditos.

“Hola, soy Bolívar Armijos, candidato a la Presidencia del Ecuador”. Es la frase que esgrime el político mientras estrecha manos y da abrazos a los clientes y comerciantes que permanecen en el patio de comidas a esa hora.

Aprovecha su breve paso por el lugar para dar a conocer las propuestas que tiene para responder ante la crisis de inseguridad, para reactivar al agro e incorporar a la ruralidad al crecimiento del país. Su invitación es a que voten por él.

La figura delgada y de casi 1,70 metros de altura de Armijos cruza la calle Quintana para asistir a una rueda de prensa con los medios de comunicación locales en el Centro Agrícola. En ese lugar cada semana se realiza la feria agroproductiva, actividad en la que pretende apalancarse la administración del presidenciable del movimiento Amigo para bajar los índices de desempleo y reactivar al Ecuador desde sus poblaciones más pequeñas.

Los colores rojo y blanco predominan en el sitio. La gente y las banderas se agitan con la llegada del binomio presidencial, con la comunicadora Linda Romero como candidata a la Vicepresidencia.

¿Quién es él? Es la pregunta que se hacen Zhernova y Xiuley, dos jóvenes que permanecen en el sitio y que miran pasar al candidato, quien luce una vestimenta muy holgada (camisa de color blanco y pantalón jean de color azul), apropiada para el calor que a esas horas hace en la ciudad más poblada de Los Ríos.

Armijos se acerca a la gente, saluda, se presenta y avanza hacia el centro de una mesa preparada para un conversatorio con periodistas en mayoría de medios rioenses.

“Soy un hombre preparado con una vasta experiencia en administración pública. He ejecutado proyectos a nivel nacional, fundé las juntas parroquiales del Ecuador en donde iniciamos sin recursos económicos y dejamos un presupuesto de $ 198 millones”, resaltaba Armijos a los presentes al tomar la palabra.

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Habla de la situación del país, de la inseguridad, del pasado de los gobernantes. Se presenta como una opción en medio de ese escenario cuando se le consulta sobre su postulación. “Ya han gobernado los mismos de siempre durante décadas, nos han dejado un país desastroso con índice de seguridad, con menos recursos en las universidades, escuelas y colegios. Por qué no ahora un hijo del pueblo, un hijo de una mujer trabajadora, de una trabajadora doméstica que se ha preparado a nivel nacional e internacional”, anotaba quien fue fundador y presidente de la asociación de juntas parroquias del cantón San Lorenzo, en Esmeraldas.

En su encuentro con periodistas describe sus ofertas, sobre todo para potenciar la zona rural. Indica que destinará $ 1.000 millones a las juntas parroquiales a través del Banco del Estado y propone incrementar a $ 300 millones el presupuesto de las universidades.

Al término de la rueda de prensa comparte un desayuno con militantes de su movimiento y la comunidad. El menú: bolón con queso y una taza de café negro. Mientras recarga fuerzas para continuar con su recorrido de campaña conversa con agricultores de la feria agroproductiva, escucha los problemas que aquejan a los productores y ofrece que, de llegar al poder, su gobierno trabajará para el agro.

La jornada continúa con un recorrido por las principales calles de Quevedo y sectores populares. El candidato vuelve a subirse a la camioneta de color negro y avanza hacia la calle Bolívar mientras sus seguidores flamean banderas y reparten afiches.

Al llegar a la calle 7 de Octubre, Armijos desciende del vehículo y decide recorrer la zona a pie. No deja de informar sus propuestas de campaña. Los saludos, abrazos, persisten además de las fotografías. Ingresa a locales comerciales e interactúa con la gente. Algunos ciudadanos lo reconocen y muestran su apoyo, otros no lo ubican tanto, pero saben que es candidato a algo, pues se vive en Ecuador ya una temporada de campaña.

Su compañera de fórmula, Linda Romero, no se le separa. La comunicadora le comenta a todo aquel que le da un minuto de su atención que además trabajarán para contrarrestar la desnutrición que afecta al país y mejorar la salud emocional de la población.

“Este país necesita un gobierno responsable donde la gente pueda salir sin miedo y sin temor. Mi gobierno está enfocado en trabajar en el agro”, precisa el candidato a un grupo de ciudadanos que permanecen sentados en los bancos de la calle 7 de Octubre.

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El recorrido lo realiza acompañado por los candidatos a la Asamblea Nacional Víctor Bravo e Íngrid Mora, quien busca ser legisladora por la provincia de Los Ríos.

Luego de una caminata de más de 20 cuadras hace un alto para tomar un jugo de coco. Ahí, Armijos entabla un breve diálogo con el comerciante para esbozar brevemente su proyecto. Armijos le dice que es el momento de que el pueblo confíe en uno del pueblo. “Los que han gobernado han sido los hijos de los extranjeros, unos apellido Bucaram, Sonnenholzner, Topic. Es hora de votar por gente nueva y preparada”.

Vuelve a retomar la caminata y el recorrido avanza hasta otros sectores populares, pero esta vez en carro.

A las 14:00, ante un intenso sol, el recorrido de Armijos concluye en la parroquia rural La Esperanza. Llega a un bingo popular, saluda personalmente con amas de casa, comerciantes, agricultores, jóvenes y niños, para luego tomar la palabra.

De fondo se escucha su jingle de campaña. Hace bajar el volumen e interviene para dar a conocer los ejes de su propuesta para llegar al Palacio de Carondelet. Habla de reforzar la seguridad, brindar una mejor educación, la reconstrucción de toda la red vial estatal, atender al agro y declarar en emergencia al sector rural del país.

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“El Ecuador necesita de un verdadero líder, un hombre que haya demostrado obras y proyectos a nivel nacional, no aquellos que hayan aparecido de la noche a la mañana, que se hacen famosos en las redes sociales (…). Me dicen que soy el menos conocido en las redes sociales, pero el más conocido en territorio con las comunidades”, declara el abogado de 47 años.

A los que han acudido al bingo les recuerda que él nació en el sector rural, en la parroquia Calderón del cantón esmeraldeño de frontera San Lorenzo. Les asegura que como campesino y conocedor del tema va a trabajar para el agro.

Su intervención concluye y el sonidista coloca una canción. La salsa choque se apodera del ambiente. Armijos trata de ponerse en onda con un ligero baile junto con su equipo de trabajo. La gente ríe, lo aplaude y se anima a bailar con el candidato.

La agenda de Armijos termina en La Esperanza, y como despedida se le ofrece un seco de gallina con jugo de naranja. (I)