La música ha sido su refugio, su motor y su voz. Desde pequeña, Pamela Cortés supo que el arte era su camino, pero nunca imaginó que también se convertiría en su mayor fuente de fortaleza. Hoy, con una carrera consolidada en la escena musical ecuatoriana, la artista guayaquileña no solo sigue cantando, sino que también inspira con su historia de resiliencia y amor por la vida.

Pamela, quien ha estado en los escenarios desde la infancia, ha conquistado al público con su talento y carisma. Pero más allá de los aplausos y la fama, ha enfrentado desafíos personales que la han llevado a redescubrirse.

Pamela Cortés durante su presentación en Festival Heat Guayaquil 2022. Foto: Cortesía Festival Heat Guayaquil

Desde niña, la música fue su pasión, pero no siempre encontró el apoyo esperado. A los 11 años, se le cerraron varias puertas cuando algunos profesores le dijeron que “solo cantaba música popular” y que no tenía cabida en ciertos espacios académicos. Sin embargo, en lugar de rendirse, Pamela decidió aprovechar ese rechazo como una oportunidad para crecer. Con el respaldo de sus padres, se dedicó a explorar nuevos recursos musicales y aprendió a tocar el piano y otros instrumentos. “Eso me enseñó que cuando una puerta se cierra, siempre hay otra que puedes abrir con esfuerzo y dedicación”, recuerda.

Gisselle Giler: La joven árbitra que rompe estereotipos en el fútbol ecuatoriano

Durante su participación en el foro “Mujeres que rompen paradigmas”, organizado por este Diario, la cantante compartió un testimonio profundo sobre su proceso de recuperación y cómo ha aprendido a vivir con su nueva realidad. “Cuando pasas por momentos difíciles, te das cuenta de que la vida es frágil, pero al mismo tiempo, de que eres más fuerte de lo que creías”, afirmó. Su historia conmovió a las asistentes, quienes vieron en ella un ejemplo de lucha y esperanza.

Soy una mujer que ama la vida, que ha aprendido a valorar cada instante y que encuentra en la música una razón para seguir adelante

Pamela Cortés, cantante ecuatoriana.

Pamela recordó con emoción el momento en que volvió a pisar un escenario tras su proceso de recuperación. “No podía creer que estaba ahí, que la gente seguía apoyándome y cantando mis canciones. Fue un abrazo del alma que me dio fuerzas para continuar”, relató. Para ella, la música no solo es un arte, sino una forma de sanar y de conectar con los demás.

Además de cantar, Pamela también destaca tocando instrumentos musicales, como el piano.

Pero su camino en la industria musical también ha estado marcado por situaciones complejas. En una de las anécdotas más impactantes de su carrera, Pamela reveló que cuando tenía 18 años, recibió una propuesta indecente por parte de una persona vinculada a los premios Grammy. “Me dijo que podía llevarme a los Grammy, pero bajo ciertas condiciones. Yo, en mi ingenuidad, pensé que hablaba de mi talento, pero después entendí que no se refería a eso, sino a servicios corporales”, contó. La experiencia, aunque desagradable, reafirmó su decisión de abrirse paso con esfuerzo y sin ceder a presiones externas.

‘La familia es la base para la superación’, María Gabriela Yagual, gerenta de Operaciones ESC en Interagua, relata la importancia del rol femenino en altos cargos

Su mensaje es claro: la vida es un constante aprendizaje y cada obstáculo trae consigo una oportunidad de crecimiento. “Siempre he sido una persona optimista, pero ahora más que nunca sé que cada día es un regalo. No hay que dar nada por sentado. A las mujeres nos exigen más, pero eso no significa que debamos ceder ante la presión. El talento y la disciplina siempre deben prevalece”, reflexionó.

Hoy, además de continuar con su carrera artística, Pamela comparte su conocimiento con las nuevas generaciones, impartiendo clases de música. Considera que enseñar es una forma de devolver a la sociedad todo lo que ha aprendido y de formar a futuros talentos que enfrenten la industria con preparación y fortaleza.

Con más de dos décadas de trayectoria, Pamela Cortés sigue brillando en la música ecuatoriana. Su historia es testimonio de que el talento, la determinación y los valores son los verdaderos pilares del éxito. (I)