Varios activistas de Greenpeace robaron este lunes la estatua de cera del presidente francés, Emmanuel Macron, del popular museo Grévin de París para ponerla ante la Embajada de Rusia como protesta.

La sonriente estatua del presidente se ubicó junto a una pancarta con el lema “Ucrania se quema, el negocio continúa”, para protestar contra las exportaciones de gas y fertilizantes desde Rusia, constató un periodista de AFP.

“Macron encarna este doble discurso: apoya a Ucrania, pero alienta a las empresas francesas a seguir comerciando con Rusia”, declaró Jean-Francois Julliard, director general de Greenpeace Francia.

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Horas antes, dos mujeres y un hombre entraron en el museo parisino haciéndose pasar por turistas y, tras cambiarse de ropa para parecer empleados, robaron la estatua, indicó una fuente policial.

Los activistas lograron sacar la estatua, estimada en unos 40.000 euros (45.670 dólares), por una salida de emergencia tras ocultarla bajo una manta, agregó esta fuente.

(I)