Desde que empezó la guerra en Ucrania en febrero de 2022 se estima que al menos medio millón de personas emigraron de Rusia a países cercanos. La mayoría de estos migrantes son personas jóvenes que tienen una educación superior. Ellos buscan refugio en países cercanos como Georgia y otros de la Unión Europea. Sin embargo, surge la pregunta: ¿por qué emigran los ciudadanos de este país?

Estas personas que deciden irse de su hogar lo hacen por diversas razones, pero las principales son por valores personales, por el servicio militar obligatorio, y por cuestiones de economía. Pero, parece que todos coinciden en estar en contra de la movilización militar decidida por Vladimir Putin para continuar la guerra en Ucrania.

Según una entrevista realizada por BBC News, para Svetlana, una chica de 30 años que vivía en Moscú, y planeaba vivir hasta jubilarse ahí, el inicio de la guerra fue una indicación que eso no iba a suceder. Ella sentía que tanto emocionalmente como racionalmente tenía que irse de su país debido a este acontecimiento.

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Para Tomás, quién es pacifista y ha estado en contra de la política de Rusia en relación a Ucrania desde 2014, la idea del servicio militar obligatorio lo mantiene lejos. Y cómo un hombre gay y una persona que públicamente crítica la guerra en redes sociales, le da miedo regresar a Rusia y recibir amenazas contra su vida y libertad.

La declinación de la economía a raíz de este conflicto, empujó a Sergei, con el apoyo de su madre para que deje el país, a manejar toda la noche en búsqueda de trabajo y asilo en Georgia. Comentaba en la entrevista que podía ver cómo la guerra se acercaba más y más, y cómo comenzaba a afectar a ciudadanos rusos de primera plana.

Para los tres, estás decisiones han afectado sus situaciones de vida. Svetlana está en Serbia sin planes de regresar, busca trabajos en diferentes países dentro de la Unión Europea. Tomás está en Suecia, y ha pedido asilo político; aunque su primera aplicación fue rechazada, está apelando esta decisión y aprendiendo el idioma para poder conseguir trabajo. Y Sergei, en Georgia, tiene dos trabajos para poder mantener a su familia que sigue viviendo en Rusia, mientras sigue buscando irse a Europa en un futuro.

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Otra población que está huyendo de Rusia son ciudadanos detractores de la guerra. En Noruega hay un hombre que está pidiendo asilo mientras coopera con las autoridades al compartir movimientos de donde estaba estacionado en Rusia como soldado. Historias como estas y muchas más se escuchan, ya que la emigración de Rusia está a niveles récord.

Estadísticas de Finlandia muestran que más migrantes llegaron el 2022 que en el año que cayó la Unión Soviética.

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Esto tiene repercusiones no sólo en los países que reciben estos migrantes, sino también para Rusia. La mayoría de la población que se va del país es educada; el banco privado más grande de Rusia, Alfa Bank, calcula que el 1,5% de la fuerza laboral se ha ido del país. Compañías se han quejado de falta de personal y dificultades para contratar nuevos empleados. Y el Banco Central de Rusia reporta que al principio de la guerra los rusos retiraron un récord de 1.2 billones de rublos (alrededor de 12 a 15 mil millones de dólares) de sus cuentas.

Además, estas decisiones de los ciudadanos tienen implicaciones personales y nacionales debido a que  la huida de trabajadores altamente cualificados va, con el tiempo, a llevar a una declinación de productividad. (I)