“Estoy viva, aquí, para contarlo” dice una mujer y aún así el caso cuesta creer. “Dejé totalmente de lado los sostenes con aros”, señala.

Pero, ¿qué le pasó a Sylvia Halcrow, para tener que revelar que ya no usa ese tipo de brasier?

Colocándose su sostén, un día, contó que la prenda íntima le hizo un rasguño. Ese “zarpazo” le desencadenó una “enfermedad que la dejaría al borde de la muerte”, ventiló a Daily Mail.

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Sylvia, de Escocia, es hoy una sobreviviente de un episodio impactante.

Estuve muy cerca de no sobrevivir en absoluto, así que estoy muy agradecida

Sylvia Harlow a Mirror

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Un rasguño del brasier la llevó al hospital

La mujer de 53 años, publicó Mirror, narró que en mayo de 2022 el alambre de metal (aro) en su ropa interior le provocó como un aruño (arañazo) “que se convirtió en un absceso doloroso en su seno derecho”.

Ese origen de su caso lo piensa ella. Sylvia no tiene seguridad, pero tampoco dudas. Aunque “no lo sabe con certeza, está segura de que eso fue lo que causó todo esto”, indicó Mirror.

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Fue al médico y “este le recetó antibióticos, pero durante los días siguientes el dolor empeoró cada vez más”.

Se movilizó de nuevo por asistencia profesional y recuerda que una enfermera al verla “de color gris” la hizo pasar con urgencia.

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Del organismo de Sylvia se había apoderado una bacteria que le iba comiendo la piel.

Divulgó Mirror que le diagnosticaron “una infección bacteriana rara y peligrosa, llamada fascitis necrosante, que afecta el tejido debajo de la piel y los músculos y órganos circundantes. Le dijeron que sus órganos habían comenzado a fallar”.

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A quirófano

Los medicamentos no surtían efecto y decidieron operarla.

Debían extirpar el absceso y Sylvia contó: “Me pusieron en coma inducido y pasé por dos operaciones para que me quitaran el insecto carnívoro”.

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Salió del coma ocho días después. Al despertar le informaron que le habían extirpado parte del seno y tenía una cicatriz de unos 40 centímetros que iba desde las costillas hasta uno de sus brazos, reseñó Daily Mail.

Luego de las intervenciones quirúrgicas permaneció más de 15 días bajo seguimiento médico.

La prensa destaca la actitud positiva que tiene Sylvia, quien sabe del dicho que reza que mujer precavida vale por dos: “Da miedo pensar que esto fue causado por mi sostén. He cambiado a un estilo diferente ahora sin aros por si acaso”. (I)

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