Debido al incremento del mar, unas 268 familias tuvieron que dejar sus chozas en la isla caribeña de Cartí Sugdup para mudarse a tierra firme en Panamá.

El tantas veces postergado traslado de una comunidad indígena desde una pequeña isla del Caribe panameño a tierra firme comenzó finalmente de manera oficial este lunes, una mudanza que cuenta con el apoyo del Gobierno y que la población local celebró tras verse obligados a abandonar su hogar por el hacinamiento y el aumento del nivel del mar por la crisis climática.

“Hoy es un día de fiesta de nuestra comunidad”, dijo el shayla (jefe indígena guna) José Deivis en su lengua originaria en una rueda de prensa oficial desde la isla Gardi Sugdub, en la comarca de Guna Yala, en el Caribe panameño, con la presencia de autoridades.

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Esta mudanza, la primera en el país por la crisis climática, tiene como destino la nueva barriada de Isberyala, próxima a la costa en tierra firme, que fue inaugurada oficialmente por las autoridades panameñas el pasado 29 de mayo con la entrega de las llaves de sus nuevos hogares a unas 300 familias.

El archipiélago de Guna Yala, también conocido como San Blas, está conformado por 365 pequeñas islas caribeñas que están casi al nivel del mar. Allí habita el pueblo guna, una de las siete etnias indígenas de Panamá, donde viven sobre todo de la pesca y, en los últimos años, también del turismo.

Las islas principales, aquellas más cercanas a tierra firme, están sobrepobladas con casas muy precarias, algunas construidas sobre el mar sin agua potable y con luz eléctrica intermitente producida con generadores. Cuando llueve, las calles estrechas se inundan.

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Ahora se han visto forzados a trasladarse a tierra firme porque esas islas corren el riesgo de ser tragadas por el mar, convirtiéndose oficialmente en los primeros desplazados del país por la crisis climática.

Una mujer del pueblo indígena de Guna Yala espera para trasladarse de una de las diminutas islas que han sido su hogar ancestral a una nueva barriada levantada por el Gobierno panameño en tierra firme, debido al aumento del mar que está haciendo desaparecer el archipiélago, este lunes en Gartí Sugdup (Panamá). Foto: EFE

Según estimaciones del Gobierno, para el 2050 el nivel del mar aumentará entre 0,56 y 0,76 metros, haciendo que desparezcan algunas de esas islas en Guna Yala.

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Castro aseguró, sin embargo, que el aumento del mar es un problema “normal” que se remonta a la época de sus “ancestros”: “Está subiendo, con algunas temporadas como en noviembre y diciembre. Para mí es normal, mis ancestros dicen que antes el agua llegaba hasta la rodilla y aquí no sube tanto”.

Inauguración de Isber Yala

El proyecto de la nueva barriada, ideado en 2010, comenzó en el año 2017, pero no se materializó hasta el pasado miércoles, con una inversión total de 12,2 millones de dólares, cuando fue inaugurado por el presidente panameño, Laurentino Cortizo, con la entrega oficial de las llaves de sus nuevos hogares a las familias.

Indígenas de la comunidad Guna Yala llegan a la zona donde están sus nuevas viviendas, en Isberyala (Panamá). Los primeros desplazados climáticos oficiales de Panamá recibieron este miércoles las llaves de sus nuevas viviendas en tierra firme, después de ser empujados por la subida del nivel del mar y el hacinamiento desde una pequeña isla del Caribe, un hogar que la mayoría no abandonará del todo. Foto: EFE

A ese lugar, con una extensión de 14 hectáreas, se mudan 300 familias que cuentan con una pequeña casa de material prefabricado de 40,96 metros cuadrados, con dos habitaciones, salón-comedor, baño y lavandería, en un terreno de 300 m2. Además, la barriada dispone de un nuevo colegio para más de 650 estudiantes y una casa tradicional para establecer el Congreso local, con el fin de mantener las tradiciones autóctonas. (I)