La policía de Memphis desactivó el sábado de forma permanente la unidad de los cinco agentes que golpearon mortalmente a un joven afroestadounidense, el último caso de brutalidad policial que provocó horror e incomprensión en Estados Unidos.

La muerte de Tyre Nichols, de 29 años, ocurrida el 10 de enero tras una detención, reavivó el debate sobre la brutalidad policial en Estados Unidos, donde sigue presente el recuerdo de George Floyd, asesinado en 2020 por un policía blanco, un caso que derivó en una crisis social.

Los cinco agentes, también afroestadounidenses, habían pertenecido a la unidad SCORPION de Memphis, que se puso en marcha en noviembre de 2021 con la intención de reducir la actividad ilegal en puntos conflictivos, entre otras cosas cubriendo esas zonas con más agentes.

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Tadarrius Bean, Demetrius Haley, Emmitt Martin III, Desmond Mills, Jr. y Justin Smith, los agentes inculpados por la muerte de Tyre Nichols.

Pero el sábado, el departamento de policía de Memphis dijo en un comunicado que era “en el mejor interés de todos desactivar permanentemente la Unidad SCORPION”.

La familia de la víctima celebró la decisión en un comunicado de sus abogados, calificándola de “apropiada y proporcional a la trágica muerte Tyre Nichols, y también una decisión decente y justa para todos los ciudadanos de Memphis”.

A escasos metros de la casa de su madre

Decenas de manifestantes pidieron la reforma de la policía el sábado por la tarde frente al ayuntamiento de Memphis gritando “¡Sin justicia no hay paz!” y portando pancartas con lemas como “Justicia para Tyre Nichols”.

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El viernes hubo concentraciones, algunas de decenas otras de cientos de personas, en Memphis, Nueva York y Washington, y hay más previstas para el sábado.

“Es horrible ver a cinco tipos grandes golpeando a este hombre”, dijo Nancy Schulte, de 69 años, recepcionista de un hotel de la ciudad.

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El video difundido por la policía muestra una paliza tras un control de tráfico rutinario el 7 de enero en Memphis, en el estado de Tennessee.

Los agentes propinan al joven puñetazos, patadas y golpes con porras, gases lacrimógenos y una pistola eléctrica. En ningún momento se ve a Nichols tratar de atacar a los policías. Intenta huir y lo atrapan.

“Mami. ¡Mami! Mamá”, grita en uno de los videos.

Al parecer, el incidente ocurrió a unos 100 metros de la casa de su madre. Y la ambulancia no llegó hasta pasados 20 minutos.

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Nichols murió tres días después en un hospital de Memphis.

Antes de que en la noche del viernes se difundiera el video, emitido en directo y sin cortes por las principales cadenas de televisión, el presidente Joe Biden llamó a la madre y padrastro de la víctima e instó a la población a manifestarse pacíficamente.

“Cultura” policial

Los cinco policías fueron despedidos, acusados de asesinato y apresados. Cuatro de ellos quedaron posteriormente en libertad bajo fianza.

Aunque expresó su horror, la familia dijo el viernes estar “satisfecha” con los cargos presentados contra los cinco agentes y elogió la “rápida” actuación contra ellos.

Después de las imágenes, aún quedan muchos interrogantes. En video no se ve el comienzo de la interacción entre Nichols y los agentes.

Ben Crump, uno de los abogados de la familia Nichols, culpó a la “cultura policial institucionalizada”.

“No importa si el agente es negro, hispano o blanco (...). Existen normas no escritas según las cuales, si una persona pertenece a un determinado grupo étnico, puede ser tratada con exceso de fuerza”, declaró el sábado en MSNBC.

“Esta es la cultura que mató a Tyre Nichols”, añadió. (I)