La desesperación y la premura suelen ser malas consejeras. Una mujer, de 38 años y madre de dos niñas, cayó en las redes de un grupo de estafadores mientras se daba a la tarea de hallar a un patrocinante y optar así al programa de parole, aprobado por la Administración de Biden.

La mujer, oriunda de Venezuela, deseaba salir cuanto antes de su país para poder ir a los Estados Unidos, donde un primo, según contó a El Nuevo Herald, le había conseguido un trabajo.

Dado que ningún familiar o amigo, de los que estaban en suelo estadounidense, cumplía con los requisitos para ser patrocinante, Maurys Hernández se aventuró y entró a la tentación de las redes sociales. Tenía claro que sin un “sponsor” no podía aspirar al parole. Y ella estaba decidida a ofrecerles a sus hijas una mejor calidad de vida.

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La estafa a inmigrantes con el “patrocinante”

Desde el lanzamiento del programa humanitario de dos años en octubre de 2021 hasta noviembre de 2023, destaca El Nuevo Herald , más de 297.000 cubanos, venezolanos, haitianos y nicaragüenses han llegado legalmente a Estados Unidos.

El programa comenzó solo con Venezuela y se amplió hace un año para beneficiar a ciudadanos de otros países.

El parole permite a los migrantes venir a vivir y trabajar a EE UU siempre que tengan un patrocinador financiero, paguen su propio pasaje de avión y superen las verificaciones sanitarias y de antecedentes.

- “Nosotros tenemos nuestro secreto para que salga rápido el trámite”, le dijo a Hernández un hombre que se identificó como Ricardo a través de mensajes de Whatsapp, difundió el citado medio.

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La venezolana había recorrido las redes sociales hasta que se topó en Instagram con “lo que parecía ser una agencia de consultoría de inmigración”.

Ricardo, notó la desesperación de Maurys Hernández y se aprovechó: le prometió “llevarlas a ella y a sus hijas pequeñas a Estados Unidos a cambio de 5.200 dólares.

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-”No te defraudaremos”, le ratificó en otro mensaje. Le manifestó “que había un 90% de probabilidad de que llegues antes de fin de año”.

Maurys Hernández quería ir a Estados Unidos porque un primo le consiguió un trabajo como cuidadora de adultos mayores. Foto: Pexels/Karolina Grabowska Foto: PanoSoporte

La mujer soñaba con viajar y poder trabajar cuidando a una adulta mayor, como le había explicado su primo.

Dos meses después, y más delicado aún “tras los pagos iniciales, Hernández y sus hijas siguen en Venezuela”, destacó El Nuevo Herald.

Maurys, defraudada, volvió a entrar a las redes. Esta vez se desahogó en Facebook. Antes había intentado innumerables veces ubicar a Ricardo vía telefónica y nadie respondía. Tampoco atendían sus mensajes.

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Cuando finalmente rompieron el silencio fue para decirle que “le habían retirado el patrocinio porque se había quejado de ellos en Facebook”.

-”Lamentablemente, por lo que usted puso en las redes sociales de que la habíamos estafado, eso llegó a los ojos de los patrocinadores, entonces que decidieron cancelar el tramite”, le sostuvo Ricardo.

- “Me imagino que te desesperaste, no confiaste en nosotros”, remató el hombre que para el momento de que Hernández hablara con El Nuevo Herald había reembolsado el dinero, como adelantó.

La venezolana al medio estadounidense le confesó: “Me golpearon contra el piso como quien dice”.

Hernández, en palabras del Nuevo Herald, “se cuenta entre los potenciales migrantes que han sido presa de estafadores sin escrúpulos que se aprovechan del programa de parole”.

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Así tendieron la trampa

Hernández contó al medio que le suministró “a la supuesta agencia consultora copias de su pasaporte y documento de identidad y de los de sus hijas, así como el domicilio de su casa”.

Un allegado en Estados Unidos envió a la agencia un primer pago de 1.450 dólares a una cuenta que le facilitaron, según las capturas de pantalla de la transacción.

Mediante notas de voz, la orientaron sobre cómo crear una cuenta en el Servicio de Ciudadanía e Inmigración (USCIS).

Cuando quiso saber cómo iba su caso, “los asesores le dijeron que conocían a piratas informáticos que podían entrar en la base de datos de solicitudes del programa de parole y ascenderla. Pero le costaría más dinero”.

Hernández, por decirlo de alguna manera, hizo el proceso al revés: al sospechar en manos de quién estaba comenzó a investigar con su amiga cómo funcionaba realmente el proceso de parole.

Esté alerta

“Los estafadores suelen intentar crear confusión complicando la información que ya existe o creando información falsa sobre el proceso”, narró Monna Kashfi, de Welcome.US, una plataforma en internet que moviliza a los estadounidenses para patrocinar a beneficiarios del programa de parole y refugiados.

Publican fotos de familias felices y reunidas sosteniendo globos con la bandera estadounidense en los aeropuertos, como “prueba” de que sus servicios son legítimos.

Activistas

Hace poco, publicó El Nuevo Herald, esa empresa identificó a un puñado de estafadores que intentaban crear “cuentas ficticias” y vender el acceso a su plataforma, que se supone que es gratuita.

Para Kashfi, “lo más importante que hay que tener en cuenta es que no hay ninguna tarifa asociada al acceso a los procesos”.

Por ello, “cualquier petición de dinero para acceder a la plataforma, presentar el formulario u obtener una revisión acelerada de la solicitud debería ser motivo de alerta”, dijo Kashfi.

“Los beneficiarios”, de acuerdo con Monna Kashfi, “nunca están obligados a devolver, reembolsar, trabajar para, prestar ningún tipo de servicio, casarse o compensar de otro modo a nadie a cambio del patrocinio”.

El dolor de la estafa lo expone Maurys así: “He llorado como tú no tienes ni idea. Estaba súper emocionada. Yo decía, es una mejor calidad de vida para mis hijas”.

(I)

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