El riesgo de amenaza rusa tras iniciar la guerra contra Ucrania ha empujado no solo a este país, sino también a Moldavia y Georgia, Estados con tropas rusas y territorios separatistas prorrusos, a firmar las solicitudes para convertirse en candidatos a la Unión Europea (UE).

Ucrania sentó el precedente y, tras ella, primero Georgia y luego Moldavia decidieron iniciar un proceso que requiere ahora seguir los cauces consagrados en el artículo 49 del Tratado de la UE: el Consejo (los países) tendrán que evaluar la solicitud y decidir si pide un dictamen al respecto a la Comisión Europea, que puede tardar entre 15 y 18 meses.

Ucrania y el acicate de la guerra

Hacemos un llamamiento a la Unión Europea para la adhesión inmediata de Ucrania bajo un nuevo procedimiento especial”, dijo el presidente ucraniano, Volodimir Zelenski, en un videomensaje a la población tras firmar el documento que remitió a Bruselas, en un momento calificado de “histórico” por la Rada Suprema (el Parlamento).

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Las repúblicas separatistas de Donetsk y de Lugansk, en la región del Donbás (este de Ucrania) fueron desde 2014, tras la anexión rusa de Crimea, la manzana de la discordia entre Ucrania y Rusia. La región vivía un conflicto armado desde abril de 2014, pero el pasado jueves 24 de febrero Rusia lanzó la guerra contra Ucrania extendiendo el conflicto a todo el país.

En el pleno de la Eurocámara, ante los representantes de las instituciones, Zelenski pidió a la UE que demuestre que “está con el pueblo ucraniano”, y ha reiterado y presionado en numerosas ocasiones con la membresía como parte de su “supervivencia” ante la amenaza rusa en un contexto en el que los ucranianos luchan “por ser tan libres” como los ciudadanos de la UE.

Moldavia y la situación en Transnistria

Moldavia es una pequeña y empobrecida república exsoviética a la que Rusia ha arrebatado parte de su territorio, estableciendo una república independiente de facto.

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Amenazada, en medio de la invasión rusa del país vecino, Moldavia pidió este jueves “vivir en paz, democracia y prosperidad, siendo parte del mundo libre”, en palabras de su presidenta, la proeuropea Maia Sandu, quien tras la firma de la solicitud de adhesión alabó la respuesta “serena y decidida” de su pueblo “en un momento en que un peligro real toca a la puerta”.

El conflicto en Transnistria nació tras el colapso de la Unión Soviética, cuando las fuerzas prorrusas se rebelaron contra el Estado recién proclamado de Moldavia, convirtiéndola en un territorio donde Moscú y los oligarcas prorrusos que la controlan hacen y deshacen a su antojo.

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Se estima que Rusia tiene desplegados permanentemente alrededor de Tiraspol, la “capital” de Transnistria, unos dos mil soldados. Además, la región, según explica a EFE el analista geopolítico Mihai Isac, “está muy cerca de Odesa, el principal puerto de Ucrania y uno de los objetivos de la ofensiva militar rusa”.

"Aunque de momento los militares rusos de Transnistria no han participado en la invasión de Ucrania su presencia allí inmoviliza a una parte de los efectivos ucranianos, que permanecen en la zona para evitar un posible ataque de esas tropas a Odesa", explica Isac.

Además de estar maniatada por la presencia militar rusa en una parte de su territorio, Moldavia es el país más pobre de Europa y debe hacer frente a la crisis humanitaria derivada de la guerra.

Georgia y el caso de Abjasia y Osetia del Sur

Georgia fue noticia por la guerra de 2008, en la que rebeldes prorrusos apoyados por el Kremlin se rebelaron contra el Gobierno de Tiflis para establecer, en territorio georgiano, dos enclaves separatistas (Osetia del Sur y Abjasia), manejados por Moscú.

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Cuando condenó el reconocimiento por parte de Rusia de Donetsk y Luganks, la presidenta de Georgia, Salomé Zurabishvili, alertó de que se estaba repitiendo “el mismo guion que llevó a la ocupación del 20 % del territorio” de Georgia, cuando Moscú reconoció Osetia del Sur y Abjasia.

En este contexto, el país decidió lanzarse a firmar la solicitud de adhesión, lo que abre una "etapa importante en el camino de Georgia a la Unión Europea", según dijo su primer ministro, Irakli Garibashvili, tras sellar el documento.

“Para nosotros un futuro en Europa es la única opción. Es nuestro objetivo estratégico”, subrayó Garibashvili luego de la firma del documento.

Georgia ya firmó en 2014 el Acuerdo de Asociación con la UE, que incluye el acuerdo de libre comercio, y en 2017 logró la liberalización del régimen de visados con la Unión Europea y ahora, amenazada por la guerra en Ucrania, ha decidido formalizar su candidatura.

Junto con Ucrania constituyen los dos países a los que Rusia ha tratado constantemente de impedir la entrada en la OTAN, aduciendo para ello motivos de su propia seguridad. (I)