El presidente ruso, Vladimir Putin, llamó hoy a los jóvenes rusos a “no aplazar la felicidad” y tener más hijos, en un nuevo llamado a frenar la grave crisis demográfica que afronta el país.

“La paternidad y la maternidad son una felicidad y no es preciso aplazar la felicidad”, afirmó el mandatario ruso en la reunión del Consejo para el desarrollo de la política estatal demográfica y familiar celebrada este jueves en el Kremlin.

Putin llamó a los presentes a esforzarse para que “los jóvenes busquen sinceramente la felicidad de la maternidad y la felicidad de la paternidad, que se sientan realizados en la educación de los hijos y estén seguros de que el Estado les apoyará en el momento justo, lo que se dice, pondrá el hombro”.

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“Que hará todo lo necesario para que el nacimiento de hijos no afecte la calidad de vida de la familia, sino por el contrario, que eleve su estatus”, dijo, al señalar que “el asunto no es multiplicar la pobreza”.

Reconoció que la creciente urbanización y los problemas de las sociedades posindustriales cambian la conciencia, las prioridades y los valores de la población, por lo que pueden retrasar la decisión de los jóvenes de tener el primer hijo, pero llamó a mantener los valores ligados a la felicidad de la infancia, la maternidad y la paternidad.

“Son cosas que no se compran con dinero”, sostuvo, al insistir que “la solución de los problemas demográficos comienza en cada familia concreta (...) de cómo la gente percibe al mundo”.

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Insistió en los “valores tradicionales” -Rusia se opone al movimiento LGBT y a la propaganda de la ideología childfree, que busca reconocer el derecho de las mujeres a no tener hijos-, al señalar que “estos son la base de nuestra política demográfica”.

En el marco de la reunión, el mandatario ruso abordó nuevamente medidas para incentivar la natalidad, como la creación de guarderías, ayudas para las familias con bajos ingresos e hipotecas preferenciales.

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“Sin lugar a dudas, no podemos obviar los apoyos materiales. Todas nuestras acciones están dirigidas en este sentido”, declaró.

Rusia destinará en los próximos tres años 37.500 millones de rublos (más de 402 millones de dólares) a los programas para promover la natalidad en medio de la crisis demográfica más grave del último cuarto de siglo.

Las autoridades buscan revertir la drástica caída de la natalidad, relacionada tanto con la incertidumbre causada por la guerra como por el “agujero demográfico” en el que se encuentra Rusia al alcanzar la edad fértil las mujeres nacidas en la década de los 90 del siglo XX, cuando también se registró una brusca caída de los nacimientos. (I)