Un destructor de la Marina estadounidense y un helicóptero MH-60R Sea Hawk participaron en la captura de una embarcación con droga en aguas internacionales.
La Armada de Estados Unidos decomisó 570 kilos de cocaína durante una operación en el Pacífico, en la que intervino el destructor USS Sampson y un destacamento de la Guardia Costera. La interdicción se produjo el 11 de agosto en un corredor marítimo identificado como ruta frecuente del narcotráfico.
El buque de guerra detectó una embarcación con señales de contrabando, entre ellas la presencia de numerosos barriles de combustible y carga visible en cubierta. Con autorización, desplegó un helicóptero MH-60R Sea Hawk y una lancha rápida para interceptarla.
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Los tripulantes intentaron escapar y lanzaron varios paquetes al mar, mientras ignoraban los disparos de advertencia. Ante la resistencia, la Guardia Costera ordenó fuego de desactivación que permitió detener al navío sin heridos.
Equipos de abordaje recuperaron doce fardos con presunta droga, que tras pruebas de campo resultaron positivos para cocaína. En la acción fueron arrestadas dos personas, trasladadas de inmediato al Sampson.
El mal estado de la nave y las condiciones adversas del mar hicieron inviable su remolque, por lo que fue hundida para evitar riesgos a la navegación. Los detenidos quedaron bajo custodia de las autoridades estadounidenses.
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La operación se ejecutó dentro del marco del derecho internacional y de un acuerdo bilateral con Ecuador. Posterior al operativo, el control táctico del destructor retornó a la Tercera Flota de Estados Unidos.
Según el Comando Norte, estas acciones forman parte de los esfuerzos conjuntos de la Marina y la Guardia Costera para debilitar a las redes criminales transnacionales.
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Donald Trump autoriza uso de fuerza militar contra cárteles de drogas latinoamericanos
El pasado 8 de agosto, el presidente Donald Trump firmó una orden que habilita al Pentágono a emplear fuerza militar contra cárteles de droga latinoamericanos considerados por su gobierno como organizaciones terroristas.
La directiva establece la base legal para que las fuerzas armadas puedan ejecutar operaciones en alta mar e incluso en territorio extranjero contra objetivos vinculados a los cárteles.
Desde entonces, EE. UU. ha desplegado destructores equipados con el sistema de misiles Aegis, cerca de 4.000 marinos e infantes de Marina, junto con aviones espía, un submarino y otras embarcaciones de guerra. El plan tendría una duración de varios meses y busca golpear a organizaciones criminales que operan en la región.
(I)
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