Tan solo dos meses en libertad tuvo en Venezuela un migrante deportado por Estados Unidos. En su país ha vuelto a un centro de detención y el motivo es el mismo que lo llevó a prisión en la nación norteamericana: la violencia, la agresión física.

Este migrante es Darwin Andrés Gómez Izquiel y llegó a Venezuela en marzo de este año. El recibimiento ha sido uno de los más criticados hasta la fecha, dentro y fuera del país.

Por qué lo detuvieron en Venezuela

El lunes 20 de mayo de 2025, funcionarios de la Policía del estado Miranda (PoliMiranda) arrestaron a Gómez Izquiel señalado de “agredir físicamente a un adulto mayor en el sector José Félix Ribas, ubicado en la Zona 5 de Petare”, considerado uno de los barrios más grandes de Suramérica.

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De la detención del migrante, de 20 años, dan cuenta medios como La Patilla y Cactus 24.

Según el reporte policial, “Gómez Izquiel habría propinado una golpiza a la víctima”.

El anciano requirió atención médica inmediata.

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El pasado del migrante en Estados Unidos

Gómez Izquiel estaba como migrante ilegal en Estados Unidos.

En NTN 24 recuerdan que, en enero de 2024, Gómez Izquiel fue detenido por la Policía de Nueva York tras ser acusado junto a otros cuatro migrantes de propinar una golpiza, que incluyó patadas, a agentes policiales frente a un refugio de Times Square.

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Según Univisión, a Darwin Gómez Izquiel le fijaron fianza de $150,000 dólares ($50,000 en efectivo).

Señala igualmente la cadena informativa que Darwin Gómez Izquiel, en ese entonces de 19 años, fue acusado de robar en una tienda Macy’s, en Queens, y presuntamente golpear a un empleado que lo confrontó.

“Agradecido, patrón”

Cuando llegó deportado a Venezuela, como a todos, lo recibieron en el aeropuerto de Maiquetía, donde protagonizó una viral escena con el ministro de Relaciones Interiores, Diosdado Cabello.

Al pasar junto al funcionario, el migrante le pidió un abrazo.

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“Agradecido patrón, lo quiero, un abrazo, patrón”, le expresó a Cabello el 24 de marzo.

Ese momento fue criticado fuertemente.

Usuarios de redes, enterados de la aprehensión del sujeto en Venezuela, vuelven a criticar el recibimiento dado en Maiquetía.

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César Arteaga dice: “Su conducta ratifica su deportación y deja mal a las autoridades venezolanas”.

Y César Sajor comenta con un refrán (dicho): “Árbol que nace torcido... jamás su tronco endereza”. (I)

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