El primer ministro Benjamín Netanyahu planteó que, cuando termine la guerra, Israel podría encargarse de forma transitoria “indefinidamente” de la seguridad en la Franja de Gaza, mientras este martes se cumple un mes del ataque de Hamás que secuestró a más de 200 personas.

Este martes, el funcionario israelí rechazó un alto el fuego en la guerra contra la milicia Hamás a pesar de los repetidos llamamientos para una tregua humanitaria en Gaza, donde continúan los ataques por tierra, mar y aire de las tropas israelíes, que ya dejan un saldo de más de 10.300 muertos en el enclave, según el movimiento palestino.

Durante la noche, continuaron los bombardeos israelíes contra el territorio palestino controlado por el movimiento islamista, dejando más de 100 muertos, según el ministerio de Sanidad de Hamás.

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El líder israelí ignoró los llamados a un alto el fuego temporal del secretario de Estado norteamericano Anthony Blinken, en su vista del fin de semana, y volvió a hacerlo ayer en una llamada telefónica con el presidente de Estados Unidos Joe Biden.

Netanyahu pone como condición previa la liberación inmediata de todos los secuestrados y solo se ha mostrado abierto a “pequeñas pausas humanitarias”.

Contra el terror de Hamás

“Creo que Israel tendrá, durante un período indefinido, la responsabilidad general de la seguridad, porque hemos visto lo que sucede cuando no la tenemos”, aseguró anoche Netanyahu en una entrevista a la cadena estadounidense ABC, respondiendo a una incógnita que resuena desde que Israel emprendiera la ofensiva terrestre en la Franja hace diez días.

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“Cuando no tenemos esa responsabilidad en materia de seguridad, lo que tenemos es una erupción del terror de Hamás en una escala que no podríamos imaginar”, añadió en relación al brutal ataque del grupo islamista en suelo israelí el pasado 7 de octubre, que dejó 1.400 muertos -la mayoría civiles- y 240 secuestrados, y que provocó el inicio de la actual guerra.

Los intensos bombardeos israelíes y la agresiva ofensiva terrestre han causado ya más de 10.320 muertos, entre ellos 4.237 niños en la Franja de Gaza; mientras se sume en la peor catástrofe humanitaria de su historia, sin apenas comida, agua potable, medicinas o combustible. La ayuda humanitaria que entra a cuenta gotas es insuficiente.

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Doris Liber llora mientras habla de la última vez que habló con su hijo, Guy Iluz, quien fue secuestrado por Hamás, durante una conferencia de prensa para pedir por la libertad de los rehenes en el Capitolio de los Estados Unidos el 7 de noviembre de 2023 en Washington, DC. Foto: AFP

El primer ministro -que aún no ha asumido ninguna responsabilidad sobre los fallos de inteligencia que permitieron la entrada a Israel de más de 3.000 hombres de Hamás para esa agresión sin precedentes- no especificó quién debería tomar el control de la Franja, gobernada de facto por Hamás desde 2007, después de la guerra.

“Aquellos que no quieran seguir el camino de Hamás”, respondió vagamente Netanyahu, cuyas declaraciones contrastan con los mensajes de otros oficiales israelíes, que han insistido durante ese mes en que el país no tiene intención de volver a ocupar el enclave, hogar de 2,3 millones de palestinos y del que Israel se retiró unilateralmente en 2005.

Biden en contra de la ocupación

La administración Biden ha expresado su oposición a una reocupación israelí de la Franja y le ha planteado que elabore un plan sobre quién gobernará una vez que Hamás sea eliminado del poder; mientras cada vez más miradas se tornan hacia una impopular Autoridad Nacional Palestina (ANP), que rige en zonas reducidas de Cisjordania, ocupada por Israel desde 1967.

De hecho, en su tercera gira por la región desde que empezó la guerra, el secretario de Estado de EEUU, Antony Blinken, realizó el domingo una vista inesperada a Ramala -capital administrativa de la ANP-, donde se reunió con el presidente palestino Mahmud Abás, muy deslegitimado entre la población palestina.

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En su conversación con Blinken, Abás pidió el fin “inmediato” de la “guerra destructiva” entre Israel y Hamás y dijo estar dispuesto a “asumir responsabilidades” sobre Gaza en el marco de una “solución política integral”.

¿Encargo a la ANP?

Sobre el futuro político de la Gaza de posguerra, Itamar Yaar, coronel retirado del Ejército israelí, indicó hoy que una vez que Israel termine con el régimen de Hamás, “la única opción es que una fuerza internacional asuma el control transitorio”, preferiblemente formado por países árabes de la región.

Un grupo multirreligioso de israelíes y palestinos guarda un silencio de 15 minutos por las víctimas del ataque del 7 de octubre llevado a cabo por Hamas en la Puerta de Jaffa en Jerusalén, Israel, el 7 de noviembre de 2023. Foto: EFE

“No deberíamos ser nosotros quienes asumiéramos esa responsabilidad”, señaló este experto en seguridad con amplia experiencia militar en Gaza.

Según Yaar, la alternativa “más realista” es que la ANP asuma el control político de la Franja posHamás, de manos de esa fuerza internacional transitoria; aunque admitió que es un planteamiento que no gozará de un amplio respaldo de la sociedad israelí, cada vez más derechizada y partidaria de la anexión de los territorios palestinos. (I)