El portaaviones Almirante Kuznetsov, el único en servicio de Rusia, podría ser desguazado después de siete años de intentos fallidos para repararlo. Desde 2017 está parado en Murmansk, con las reparaciones detenidas y sin fecha para volver a funcionar.

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Si esto ocurre, Rusia se convertiría en el único miembro permanente del Consejo de Seguridad de la ONU sin un portaaviones activo, lo que muestra el retroceso de su poder naval y la falta de inversión en su flota de guerra.

Foto: Unsplash.

Las razones de Rusia para desmantelar el último portaavión que le queda

De acuerdo con el medio Express, las reparaciones del Kuznetsov han estado marcadas por incendios, accidentes, retrasos e incluso problemas de corrupción. Ahora, las autoridades están evaluando si vale la pena continuar con las reparaciones o desarmarlo.

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“Esta es un arma naval muy cara e ineficaz. El futuro pertenece a los portaaviones con sistemas robóticos y aviones no tripulados”, señala el excomandante de la Flota del Pacífico, el almirante Sergei Avakyants.

Si bien el Kuznetsov pesa casi 59.000 toneladas y puede llevar cazas y helicópteros, su tecnología antigua y combustible especial lo hacen difícil de mantener y operar, convirtiéndolo en un problema para la Armada rusa.

Perder este portaaviones es un duro golpe para el Kremlin, que ya no puede mostrar su poder naval como antes. Además, la falta de astilleros y recursos, especialmente tras la pérdida de instalaciones en Ucrania, dificulta que construyan o mantengan portaaviones nuevos.

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En 2024 la tripulación del navío fue enviada a apoyar operaciones en tierra en Ucrania, lo que refleja un cambio en las prioridades militares y una menor importancia de la aviación naval para Rusia, reseña UK Defence Journal.

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