Tras batir el récord mundial de permanencia bajo el agua, el docente de la Universidad del Sur de Florida (USF, por sus siglas en inglés), Joseph Dituri emergerá este viernes tras cumplir 100 días en el refugio submarino en los Cayos de Florida.

A las 10:30 (hora local) se espera que Dituri emerja de refugio para dirigirse a un chequeo médico y así determinar su estado de salud, indicó Ben Norton, su director de comunicaciones.

El pasado 13 de mayo, el docente batió el récord mundial de permanencia bajo el agua tras 74 días consecutivos en el refugio, ubicado al sur de Estados Unidos.

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El anterior récord mundial de vida bajo el agua era de 73 días, 2 horas y 34 minutos y fue establecido en 2014 por 2 profesores de Tennessee, Bruce Cantrell y Jessica Fain, que también estuvieron en el mismo módulo subacuático.

El objetivo de Dituri era analizar posibles avances científicos al estar en una larga estancia.

“La curiosidad por descubrir me ha llevado hasta aquí. Mi objetivo desde el día 1 ha sido inspirar a las generaciones venideras, entrevistar a científicos que estudian la vida bajo el agua y aprender cómo funciona el cuerpo humano en entornos extremos”, escribió Dituri en Twitter el día que informó de su récord.

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En su actual experimento, que comenzó en marzo, el profesor asociado de la USF ha estudiado cómo responde el cuerpo humano a la exposición a largo plazo a la presión extrema.

Recordó, en ese contexto, que “se necesitan 200 días para viajar a Marte y que nuestros astronautas tendrán que viajar a un entorno similar” al que se encuentra ahora: “Un área confinada que limita las opciones de comida, cómo pueden hacer ejercicio o la pérdida de masa muscular, ósea y problemas de visión”.

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Por ello, esta investigación servirá para “ayudarnos a preparar mejor a nuestros astronautas para garantizar que lleguen sanos y lo suficientemente fuertes para explorar el planeta”, dijo Dituri.

La investigación en curso no solo puede ser beneficiosa para los viajes espaciales, sino que podría resultar de ayuda para las personas que sufren lesiones cerebrales traumáticas mediante el uso de cámaras de presión hiperbárica.

La hipótesis del profesor de la USF es que “si la presión hiperbárica se puede usar para aumentar el flujo sanguíneo cerebral, entonces se puede usar para tratar lesiones cerebrales traumáticas y un amplio espectro de enfermedades”. (I)