Un regalo atípico y sanguinario fue el que recibió Merelize van der Merwe, de 32 años, por San Valentín. Su cónyuge, Gerhardt Nell, le obsequió una caza directa a una jirafa de 17 años. La mujer disparó al animal el 13 de febrero, se tomó una foto con el corazón de la jirafa y finalmente publicó las imágenes en Facebook, asegurando que se “sentía en la luna con el regalo”.