En las primeras horas de la tercera jornada de audiencia del juicio contra los cinco autores materiales del asesinato del candidato presidencial Fernando Villavicencio la Fiscalía ha presentado los testimonios de dos policías parte de la cápsula de seguridad del presidenciable, dos peritos y la víctima colateral del crimen, Patricia Barragán.

El capitán Cristian Cevallos, jefe de seguridad del candidato, contó lo ocurrido en las horas previas al ataque que recibió Villavicencio el 9 de agosto de 2023 en los exteriores de un coliseo donde terminaba un mitin político.

El oficial explicó que ese fue un día normal como los que solían tener desde que fue nombrado a la seguridad del presidenciable. Aclaró que en ningún momento otras unidades policiales le advirtieron de riesgos e incluso contó que jamás se le respondió a los requerimientos de logística, inteligencia, vehículos, armamentos y protección que realizó por varias ocasiones a superiores de la Dirección Nacional de Protección y a la Dirección General de Inteligencia, parte de la Policía Nacional.

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Cevallos, junto al conductor del vehículo policial en el que se dio el ataque, fueron los que llevaron a Villavicencio al hospital cercano y en el que se confirmó su fallecimiento. Cevallos fue parte del círculo de seguridad en forma de diamante que mantuvo el candidato a la salida del mitin.

El siguiente en dar su testimonio fue el cabo Luis Cañizares, agente del GIR que conducía la camioneta de color plomo sin protección contra disparos que fue atacada pasadas las 18:15 del 9 de agosto pasado.

El cabo indicó que a la salida del candidato, una vez que se abrió la puerta del vehículo, él sintió disparos seguidos que entraron por su ventana. No entendía lo que pasaba y en medio de que caían los pedazos de vidrio sobre su cuerpo vio pasar a una persona con un arma en sus manos que continuaba disparando.

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Al lograr salir de la camioneta hizo uso de su arma de dotación y vio que el atacante arrojó algo en el parterre. Dentro de pocos momentos habrían logrado pararlo y otro oficial se hizo cargo del sospechoso.

En ese punto escuchó que requerían que él conduzca el vehículo para llevar al candidato atacado a una casa de salud. Ayudó el cabo primero a colocar a Villavicencio en una silla de ruedas y luego en una camilla e inmediatamente se comunicó con un jefe del GIR para contarle del ataque y solicitarle refuerzos.

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Los peritos que vinieron después fueron dos médicos legistas que corroboraron las heridas que recibieron dos personas dentro del ataque a Villavicencio. Los reconocimientos y exámenes se dieron en días posteriores al ataque.

Inmediatamente fue llamada al estrado, vía telemática, Patricia Barragán, mujer de 55 años que recibió un disparo cerca del corazón en momentos que se dio el ataque criminal contra el candidato presidencial de la alianza Gente Buena-Construye.

La mujer, que dijo que viajó a Estados Unidos a hacerse tratamientos por las heridas que le dejó el ataque criminal y también por temas de seguridad, recordó que esa tarde del asesinato ella buscaba hablar con Fernando Villavicencio, pero no podía por la cantidad de gente que asistió al mitin y lo rodeó.

En el momento que el candidato entraba en el vehículo escuchó unos sonidos que pensó que eran juegos pirotécnicos, pero que inmediatamente lo descartó porque la gente empezó a gritar por impactos de bala.

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Al ponerse a buen recaudo ella sintió que por el pecho le bajaba sangre y se dio cuenta de que estaba herida. En el sitio le dieron los primeros auxilios y luego la llevaron a una casa de salud. Dijo que ha tenido que solventar los gastos médicos sola y que ha gastado cerca de $ 10.000 y en terapia psicológica algo más de $ 600.

La mujer contó que radica en Miami, Estados Unidos, y aseguró al Tribunal que fue un honor apoyar a Fernando Villavicencio. (I)