Continúa el intercambio de misivas entre los mandatarios Alberto Fernández y Guillermo Lasso, en el marco del impase diplomático por la fuga de María de los Ángeles Duarte, exministra del correísmo, días atrás de la Embajada argentina en Quito.

Lasso agradeció la misiva de Fernández en la que dijo que su país no tenía el deber de custodia sobre la exministra ni las capacidades para acortar sus movimientos y que los responsables de la fuga están en Ecuador y no en Argentina.

El presidente ecuatoriano enfatizó en que las relaciones entre los Estados se basan en la buena fe en sus acciones y en la confianza mutua, y que la salida de Duarte no escapa de la voluntad y capacidad del gobierno de Fernández.

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Lasso recordó que fue el mismo Fernández quien el 14 de marzo le dijo que desde el sábado 11 sabía que Duarte había salido de su embajada hacia Venezuela, mientras sus autoridades dieron otras versiones, entre ellas el embajador expulsado, Gabriel Fuks.

“Cuánto habría agradecido que usted me llamase tan pronto sucedió el incidente de la salida de su ‘huésped’. No lo hizo y usted sabrá las razones”, cuestionó.

Subrayó que entre jefes de Estado no cabe la condescendencia que Fernández mostró al sugerir que su decisión de declarar persona no grata a su exembajador fue sin reflexión y que recomendó corregir el error.

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“No, la decisión del Estado ecuatoriano fue correcta y obligada por todas las inconsistencias, falsedades y dudas de su embajador, que se mostró en todo instante como un operador político y no un digno representante del pueblo argentino”, recalcó.

Lasso manifestó que generar un incidente por poner la ideología de sus funcionarios por delante de lo que los pueblos necesitan fue el verdadero error.

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“Usted no debió autorizar la concesión del asilo político a una persona sentenciada por la justicia ecuatoriana, pues eso está expresamente prohibido por el artículo III de la Convención de Caracas, aun cuando le hayan querido dar un ‘carácter humanitario’. Entregar un salvoconducto a esa persona no es legal”, arremetió.

Lasso cuestionó que colaborar en el escape de una persona prófuga de la justicia abona a la impunidad, “un mal que afecta a la región y que merece principal atención y respuesta de los gobiernos.

“Combatir la corrupción nunca será persecución política”, apuntó.

El presidente agradeció el deseo de Fernández de que la institucionalidad democrática en Ecuador se preserve.

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“Puede estar seguro de que se logrará a pesar de aquella oposición ligada a la corrupción, que solo busca el poder sin respetar los principios y valores democráticos, incluso conspirando hoy desde su país”, sentenció.

Lasso finalizó diciendo que también Fernández recibe su respeto y que la historia será el mejor testigo de los caminos que cada gobernante decidió transitar, y lamentó que pese a haber iniciado una relación con un clima de confianza hoy tengan que atender esta situación. (I)