Aunque en pocas horas en Guayaquil y Durán este viernes, 12 de julio, se reportaron un descuartizado y dos acribillados, las cifras que manejan la Policía y el Ministerio del Interior, y que se actualizan cada madrugada con los nuevos casos, revelan que sí hay una reducción significativa respecto al 2023.
Si bien de enero a diciembre del año anterior hubo 8.004 homicidios intencionales en todo el territorio nacional y en el primer semestre fueron 3.599 casos, en el mismo periodo del 2024 fueron en total 2.978. Estos datos reflejan una reducción del 17,2 % en los asesinatos, es decir, 621 casos menos que el año pasado.
La ministra del Interior, Mónica Palencia, destacó días atrás que se ha revertido la tendencia al alza, pues si se hubiera continuado con el crecimiento la cifra podría haber llegado a los 5.000 casos solo en seis meses.
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Otro dato que ayuda a comprender la reducción de homicidios intencionales es el promedio diario. Cada día del 2023 en Ecuador fueron asesinadas 21,9 personas, en promedio. Esa misma operación matemática refleja que en la primera mitad del 2024 se han dado unos 16 homicidios intencionales por día.
Aunque el cálculo no es exacto, pues en la última semana de enero, tras la declaratoria del conflicto interno armado, hubo una baja del 41 %.
Palencia también explicó que, al comparar los datos de la última semana de junio, se refleja una reducción del 38 % en homicidios intencionales en comparación con la misma semana del 2023.
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Pero este análisis de cifras también revela que solo el 1 de enero de 2024, 62 personas fueron asesinadas en Ecuador y, para el 8 de enero, ya había 222 víctimas. Ese día el presidente Daniel Noboa declaró el estado de excepción.
Según los datos reportados por el Observatorio Ecuatoriano de Crimen Organizado, 890 fueron asesinadas en el 2019, un total de 1.011 en el 2020, 2.135 en 2021, en 2022 en Ecuador hubo 4.824 muertes violentas, en 2023 fueron 8.004 y para el 2024 se estima que la cifra cierre en cerca de 6.000 muertes violentas.
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Este sería el primer año en el que se espera una reducción de casos, destacó el abogado Klever Carrión, expolicía y experto en seguridad. Él insiste en que sin cambios significativos en las leyes y sin reducir las garantías penitenciarias que tienen los delincuentes esta baja en la cifra de asesinatos no se sostendría a largo plazo.
Pone como ejemplo el crimen de un policía en Balerio Estacio, en el distrito Nueva Prosperina, que fue emboscado por menores de edad en moto que le dispararon con pistolas y fusiles.
“Levantaron 82 indicios balísticos en la escena, no tienen miedo de apretar el gatillo porque saben que las leyes son blandas y que al ser menores saldrán en un par de años. Ya es hora de que la Asamblea haga cambios que sostengan a largo plazo la reducción de la violencia”, comenta Carrión, quien fundó hace 21 años la Unidad Antisecuestro y Extorsión (Unase).
Él considera también que para medir el éxito del Plan Fénix no solo hay que revisar la cifra de asesinatos, sino también la de secuestros, pues sostiene que es una nueva forma en la que se financian los grupos armados.
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Los sectores con más crímenes
Aunque en Guayaquil hay una reducción de aproximadamente el 35 % de asesinatos respecto al año pasado, en Durán los casos se multiplicaron y llegan a 260 hasta la fecha, lo que refleja en la cifra por provincia y mantiene a Guayas entre las más violentas.
Esta semana el presidente Noboa anunció que estarían en el cantón ferroviario durante julio para trabajar en reducir los casos, como se hizo en Manta.
Según el Gobierno, las provincias donde se concentra la violencia son Guayas, Los Ríos, El Oro, Manabí, Los Ríos y Santa Elena, por eso siguen en estado de excepción.
De hecho, en alertas al ECU911 por asesinatos, Guayas cuenta con 413 llamadas hasta el 11 de julio, le sigue Los Ríos con 99, Esmeraldas con 64, El Oro con 35 alertas. Muchas de estas llamadas han sido para reportar asesinatos múltiples, es decir, masacres. (I)
