Fueron minutos de terror los que vivieron los vecinos de la manzana 353 de Los Vergeles, norte de Guayaquil, durante la noche del lunes anterior y en las primeras horas de la madrugada de este martes, 6 de agosto.
En el sector, un hombre que habría participado de un atraco se metió a una vivienda y desde el interior del inmueble disparó a un vecino que estaba en los exteriores.
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Según testigos, el antisocial huía, junto con tres cómplices, en una tricimoto tras cometer el robo. En medio de la ruta, este antisocial ingresó a un inmueble de tres plantas y el resto de antisociales siguió con rumbo desconocido.
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El sujeto aprovechó que una mujer ingresaba a un predio de tres plantas para irrumpir en la vivienda y avanzar hasta la terraza.
En medio de los incidentes, hubo gritos de alarma para pedir auxilio por parte de allegados y vecinos. Luego, el antisocial le disparó a un hombre que circulaba a pie por la vía pública. Este ciudadano murió en el sitio.
Ante ello, más vecinos salieron de sus hogares para tratar de atrapar al delincuente por su propia cuenta.
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Una vecina de la vivienda donde entró el antisocial dijo que vivieron momentos de zozobra, pues su madre quedó en el interior del inmueble junto con el antisocial que estaba armado. Ella relató que temían que el hombre le hiciera daño.
En medio de la aglomeración de vecinos, ella y una hermana decidieron encerrarse en un garaje de la misma casa para evitar ser atacados por el antisocial y su madre pudo esconderse en otra área de la vivienda.
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“Cuando supimos que mi mamá estaba con el delincuente, suplicaba que salga y salí a gritar que el populacho salga... ayer el miedo se nos hizo realidad”, relató la mujer.
Ante el accionar de los vecinos, el antisocial intentó huir hacia otra vivienda y saltó hacia el techo de una casa aledaña de una sola planta. Luego, incursionó por el techado a ese predio.
“El ladrón se tira al techo de mi casa y abre una teja de zinc para ingresar aquí, nosotros alcanzamos a escuchar a los vecinos decir que estaba arriba”, relató la propietaria de aquel inmueble vecino.
De aquello, un hijo de la mujer se dio cuenta mientras descansaba en su dormitorio y alertó a su madre para ponerse a buen recaudo. En medio del nerviosismo, ambos salieron del inmueble.
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“Escuchamos que desbarataba el techo y salimos, le pusimos seguro a la puerta”, relató la propietaria del inmueble.
A los pocos minutos, la Policía arribó al sitio. El antisocial se acercó hacia la ventana y justificó que era el dueño y habitaba en el sitio.
Sin embargo, ante la alerta de los vecinos, los gendarmes corroboraron que se trataba del antisocial y debieron tumbar la puerta para capturarlo.
“Los policías me dejaron la casa patas arriba, porque no encontraban el arma...”, contó la vecina de este segundo predio.
Finalmente, el antisocial fue aprehendido y llevado a una unidad judicial.
Hoy, las vecinas de ambos predios seguían con pánico por este episodio. Durante esta mañana, en la segunda vivienda ordenaban los enseres que quedaron desordenados y seguían atentos a los movimientos que se daban en los exteriores.
“Créame que ahorita he entrado a mi casa y he llorado como no tiene idea, nunca había pasado algo así”, dijo la mujer que habita desde hace dos décadas en la zona.
El resto de vecinos se mantenía con temor por este episodio y escenarios delictivos que se han presentado en las recientes semanas. (I)
