Entre trabajadores y residentes de la ciudadela Huancavilca Norte existe inquietud y temor por supuestos pedidos de ‘contribuciones’ de antisociales. Ante esta situación, incluso hay quienes piensan en cerrar sus puertas en caso de concretarse estas amenazas.

Este fin de semana se viralizó un panfleto para supuestamente solicitar dinero a propietarios de negocios y también de viviendas a cambio de protección y seguridad por parte de un grupo delictivo.

En caso de oponerse a la solicitud, la supuesta agrupación amenaza con atentar en contra de moradores y negocios. En la misiva se observan varias imágenes alusivas a una agrupación y piden comunicarse a un teléfono móvil.

Publicidad

En esta ciudadela existen dos puntos de acceso con guardianía privada que se encargan de realizar el chequeo de los automotores que ingresan y salen del sector. Dentro de este espacio, cercano a la av. Orellana y av. Paseo del Parque, confluyen pequeños negocios y en su mayoría viviendas.

En el sitio, Pedro, el propietario de un negocio, manifestó que los controles que se dan en los puntos de acceso podrían impedir el ingreso de personas ajenas, pese a que —añadió— generan inconvenientes en el acceso de proveedores a los negocios.

Este usuario mencionó que han conocido que en Los Vergeles se da esta clase de pagos, pero a diferencia de Huancavilca Norte no existen restricciones de paso vehicular, por lo que se facilitaría la operación de los grupos delictivos. Él auguró que la situación de pedidos extorsivos no escale como ha sucedido en barrios principalmente del noroeste.

Publicidad

Más de 65.000 visitantes llegaron a probar las delicias cangrejeras en festival de Naranjal

Otro comerciante, Manuel, quien tiene una ferretería, mencionó que conoció sobre un pedido extorsivo a un local cercano; sin embargo, a él no le ha llegado algo similar. Agregó que, si se le solicitaran estos pagos ilegales de grupos delictivos, analizaría dejar su negocio para dedicarse a otra actividad, pues los ingresos se han reducido en los últimos meses y no le alcanzarían para sustentar la operatividad.

“Apenas saco para la comida. Tendría que pensar o mejor dejar el negocio y me voy. No tengo... ¿De dónde voy a pagar? No hay venta”, dijo el trabajador, quien antes tenía más clientes de otros sectores de la urbe y ahora solo a nivel interno, por los controles de ingreso que se aplican en el complejo urbanístico.

Publicidad

Él dijo tener miedo por el crecimiento de la delincuencia, los casos de secuestro y amenazas de explosivos que se replican a nivel general, incluso en la ciudadela Los Vergeles, que se encuentra junto a su ciudadela.

“Estamos en una época en que nadie defiende en nadie. Mejor me mantengo en silencio. Todo el mundo está preocupado; no sabe en qué momento a uno lo secuestran. Hay que jugársela. Vamos a ver qué pasa”, agregó.

90 cámaras de videovigilancia de Guayaquil han sido vandalizadas en dos distritos

Otro vecino, José Luis, consideró que se vive una ‘pesadilla’ por los pedidos extorsivos que ha conocido que se replican en sectores cercanos y que también ahora alcanzarían a su zona. “Siempre estamos alertas. No sentimos protección del Estado. Solo esperamos con ansias (que) esta pesadilla se termine”, dijo.

Él y los otros consultados resaltaron que los controles y rejas implantadas limitarían el accionar de extorsionadores en caso de amedrentar a los vecinos y negocios. No obstante, un vecino mencionó que los controles son aleatorios y algunos carros ingresan sin mayor cuestionamiento de los custodias de las garitas.

Publicidad

En la ciudadela Huancavilca Norte, en días pasados, se detuvo a dos personas que estarían involucradas en el crimen de dos policías. Ellos fueron encontrados con armas. Por la presencia de personas involucradas en delitos que llegan a residir en viviendas también hay preocupación entre los vecinos. (I)