Luis I., el hombre que mató a su cuñada en mayo del año 2022, fue sentenciado a diez años de prisión luego de ser hallado culpable del delito de asesinato. Inconformes con este fallo, desde la Fiscalía Provincial del Azuay anunciaron que apelarán la decisión del Tribunal de Garantías Penales porque consideran que hay todos los elementos para que reciba 32 años tras las rejas.

Este es uno de los casos que más conmovió a los cuencanos el año pasado, porque el acusado llegó a la casa de Priscila Calle, la mató a golpes, limpió la escena, llevó el cadáver en el maletero de un auto a la Universidad de Cuenca y luego lo arrojó a un terreno baldío en la parroquia Ricaurte, en el norte de la ciudad.

Con un martillo fue asesinada una mujer en Cuenca; cuñado es sospechoso de crimen

La audiencia de juicio culminó el pasado jueves 18 de mayo y a decir de la Fiscalía se presentaron suficientes pruebas con las que se demuestran que el procesado adecuó su conducta en el delito de asesinato, el cual en un inicio tiene una pena de 22 a 26 años de privación de libertad, pero que en este caso sería mayor por la presencia de agravantes.

Publicidad

El Tribunal conoció por Fiscalía que el 29 de mayo del 2022 Luis Rafael I. viajó desde el cantón Santa Isabel hasta el domicilio donde residía su cuñada, situado en el sector Quinta Chica, y que entre sus pertenencias llevó un martillo, pues ya había planificado utilizarlo para matar a la mujer.

Esa noche durmió ahí y al día siguiente esperó a que los hijos de su cuñada fueran a estudiar para atacarla en su habitación y golpearla en la cabeza con el martillo. En su intento de no dejar huella limpió la escena del crimen y llevó el cuerpo hasta el tercer piso del inmueble, en donde lo lavó aprovechando sus conocimientos en medicina veterinaria y lo envolvió en unas cobijas.

Así, mantuvo escondido el cadáver hasta que llegó un compañero de la Facultad de Medicina Veterinaria y Zootecnia de la Universidad de Cuenca para pedirle que le hiciera una carrera, luego juntos fueron al sector de Molinopamba, donde el ahora sentenciado lanzó el cuerpo.

Publicidad

Luis I. le mintió a su amigo que necesitaba llevar siete perros que había cercenado para obtener los esqueletos y que estaban envueltos en unas cobijas, sin saber que no era así el conductor lo ayudó a bajar el bulto del piso de la vivienda hasta la cajuela del vehículo y de ahí fueron a rendir un examen.

Horas más tarde, la hija de la víctima regresó antes de lo previsto del colegio y observó estos hechos sin imaginar que entre las cobijas estaba escondido el cadáver de su madre.

Publicidad

Los familiares de Priscila Calle denunciaron su desaparición y el 2 de junio de 2022 la Fiscalía tomó la versión del amigo que le hizo la carrera, quien relató los hechos, y por eso los agentes de la Fiscalía y Policía acudieron al sitio señalado por el joven y efectivamente encontraron el cadáver.

Prisión preventiva para estudiante de veterinaria sospechoso de asesinar a su cuñada

Este testimonio anticipado más las versiones de los familiares de la víctima, de los policías que investigaron el caso, de los peritos que realizaron la autopsia médico-legal, pericia de audio y video y reconocimiento del lugar de los hechos y de evidencias fueron parte de las pruebas practicadas por Fiscalía en la audiencia de juicio.

Para que no queden dudas, un perito que realizó la prueba de ADN demostró que en el martillo hallado en la vivienda de los padres del sentenciado se encontró el perfil genético de la víctima y de Luis I., quien está detenido en la cárcel de Turi. (I)