La mañana de este miércoles, 3 de julio, miembros de la Policía Nacional realizaban un patrullaje en la zona de San Roque, en el centro histórico de Quito, cuando fueron alertados de gritos en el interior del antiguo penal García Moreno.
Los uniformados se movilizaron al sitio por un llamado ciudadano sobre reportes de gritos de auxilio escuchados del interior del antiguo reclusorio.
Personal del circuito Manuela Sáenz acudió al lugar y encontró las puertas abiertas del antiguo centro de privación de libertad, que -según uniformados- estaría en condiciones de abandono.
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Los policías aprehendieron a un extranjero que tenía en su poder armas blancas. Además, en la revisión que se realizó en las celdas, los agentes encontraron varias fundas con droga.
Algunas contenían marihuana y otras una sustancia blanquecina, que serían analizadas para confirmar si era cocaína.
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Francisco Hernández, jefe del distrito Manuela Sáenz, informó que en otra celda encontraron restos de líquido color marrón, similar a sangre. Este fluido aún estaba fresco.
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Se determinará si era sangre, pero lo que confirmó el jefe policial fue que no se encontró una presunta víctima. Los policías realizaron un rastreo interno del lugar y no hallaron más indicios.
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La Policía Nacional informó que se coordinará con el Servicio Nacional de Atención Integral a Personas Adultas Privadas de la Libertad y a Adolescentes Infractores (SNAI) para realizar un cierre más controlado y poder brindar seguridad en el sector.
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San Roque es conocido por su centro de comercio popular, en el mercado y en los valles aledaños.
Sin embargo, los episodios de desorden de este sector son un foco que preocupa a los habitantes, comerciantes y clientes de la zona por temas de seguridad. (I)
