La Conferencia Episcopal Ecuatoriana expresó su preocupación por los hechos violentos registrados en cuatro cárceles del país, que provocaron la muerte de 79 personas privadas de la libertad. La situación que, según la Policía, tuvo lugar por conflictos entre bandas delictivas que se disputan el control de los centros penitenciarios dejó un escenario de terror: cuerpos desmembrados y decapitados.