Lissa María C. fue sentenciada a 34 años y 8 meses de privación de libertad por el crimen de sus hijos de 5 y 9 años, ocurrido el 27 de octubre de 2020 en la parroquia rural de Pifo, en el nororiente de Quito.

Los cuerpos de ambos menores fueron encontrados sin vida en un departamento de Pifo la madrugada del 28 de octubre. En ese sitio vivían junto con su madre, quien tras el hecho intentó acabar con su vida.

Este lunes, un tribunal de Garantías Penales de Pichincha condenó a la mujer en calidad de autora del delito de asesinato, de acuerdo con el numeral 1 del artículo 140 del Código Orgánico Integral Penal. Además, se tomaron en cuenta los agravantes de los numerales 11 y 14 del art. 47

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En el juicio, la fiscal Elba Garzón, de la Unidad de Personas y Garantías de Pichincha, probó que los niños murieron envenenados, y para ello presentó un conjunto de pruebas con documentación y testimonios como el del padre de los niños, quien narró cómo ocurrieron los hechos, la procesada le había indicado por vía telefónica que le escribió una carta en la que indicaba que se “llevaría lo que es de ella” en alusión a los infantes. Luego, él recibió otra llamada en la que la mujer le pedía ayuda por sentirse mal debido a la toma de una sustancia tóxica. Minutos después, un uniformado llegó al lugar y le pidió al hombre que acudiera a la vivienda, pues sus hijos estaban muertos.

La Fiscalía en un comunicado sostuvo que la defensa de Lissa María planteó la hipótesis de que los menores murieron por COVID-19, “que para la fecha ya había superado”, se indicó. Con la prueba pericial de Fiscalía, el tribunal descartó aquello.

Además, en el examen médico-legista se reveló que los menores murieron a causa de una asfixia por broncoaspiración, edema pulmonar e intoxicación por una sustancia a determinar; es decir, por factores externos. Lo mismo se corroboró en una pericia histopatológica, expuso la fiscal Garzón en la audiencia, se detalló.

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Luego de la valoración, los jueces emitieron su dictamen este lunes 3 de agosto tras la reinstalación de la audiencia de juzgamiento.

La madrugada del 28 de octubre del 2020, en el departamento, la Policía encontró un tercer cadáver cubierto de plástico y cemento. La víctima de 28 años sería la pareja de Lissa María. Por esa muerte violenta, la Fiscalía abrió una instrucción fiscal que se tramita en la Unidad de Personas y Garantías.

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Calificada como asesina en serie

A la mujer también se la investiga por la muerte de otro hombre ocurrida en junio del 2020 luego de una reunión social.

Además, ella es sospechosa de haber supuestamente intentado envenenar a su madre, a dos hermanos y a una mujer que acudió a su casa en busca de trabajo.

El año pasado, el entonces jefe de la Dirección de Muertes Violentas (Dinased), general Fausto Olivo, determinó que la sospechosa sería una “asesina en serie”. (I)

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