Dentro de una habitación de una casa del Guasmo sur, la Policía halló la madrugada del domingo a siete personas que habían sido secuestradas horas antes cuando circulaban por el norte de Guayaquil.

Las víctimas eran cinco hombres y dos mujeres, que estaban maniatados en una habitación oscura.

Ellos, al escuchar a un patrullero pasar por la calle, empezaron a gritar pidiendo auxilio, y esto fue escuchado por los policías, quienes, al ver a un hombre ingresar a una casa de forma sospechosa, lo siguieron.

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Tras capturarlo y desarmarlo, entraron a la casa y encontraron a los secuestrados. Esto fue en la cooperativa Pablo Neruda a las 04:00.

Los hombres estaban en ropa interior, amarrados, y habían sido golpeados por los captores.

Las víctimas, en estado de shock, indicaron que habían sido retenidas entre las 17:00 y 18:00 del sábado, cuando a bordo de sus vehículos iban a distintos sectores del norte de la ciudad.

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Dijeron que los delincuentes los siguieron y les cerraron el paso. Tras bajarlos de sus carros, los trasladaron bajo amenazas hasta el Guasmo, donde los encerraron con las otras víctimas de secuestro.

Los siete afectados indicaron a los policías que iban a bordo de cuatro carros: un Kia azul, una Ford plateada, un Hyundai blanco y un vehículo Vitara SZ gris.

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Tras un recorrido por el sector, los uniformados ubicaron tres de los automotores: en la parte posterior del inmueble estaba el vehículo Hyundai, a dos cuadras aproximadamente se ubicó el vehículo Ford y el Kia fue localizado el Las Malvinas.

El coronel Marcelo Castillo, jefe de la Policía del distrito Sur, confirmó que a las familias de los secuestrados les estaban exigiendo el pago de 10.000 dólares para liberarlos.

El uniformado indicó también que se detuvo a Ronil Jerardo Q. A., de 30 años, el hombre que custodiaba el lugar de cautiverio.

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Al realizarle un registro corporal se le encontró, a la altura de la cintura, un arma de fuego tipo pistola de fabricación industrial, marca Glock, calibre 9 mm, con su respectivo cargador y tres cartuchos sin percutir. (I)

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