Tres cuerpos que flotaban a lo largo de varios kilómetros del canal de la muerte fueron levantados la tarde del domingo 11 de agosto en el sector de la vía a la costa.
La primera alerta se dio en el kilómetro 22, cerca de Casas Viejas. Ahí los buzos del Grupo de intervención y Rescate (GIR) sacaron del agua el cuerpo de una mujer.
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Al otro lado de la orilla se detectaron también huesos humanos. Según el reporte policial, había un cráneo y tres huesos.
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El cuerpo femenino y los restos óseos fueron subidos al carro de Medicina Legal para su traslado a la morgue.
Pero antes de ir al anfiteatro, este vehículo oficial se dirigió al kilómetro 24 de la vía a la costa, en el sector Manga de Covacha, donde fueron descubiertos dos cuerpos más sumergidos en el canal.
Se conoció que estos cadáveres corresponden a hombres y que uno de ellos estaba descuartizado.
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Le habían cortado la cabeza y las extremidades. Ambos estaban en avanzado estado de descomposición.
Los agentes de Criminalística hicieron la fijación fotográfica de la escena, pero no levantaron otros indicios.
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Los investigadores presumen que los cuerpos fueron llevados por la corriente. Ninguno de los tres ha sido identificado todavía.
Este domingo en el sector de Junquillal en el Laurel, Salitre, se halló otro cuerpo femenino sumergido en el río Pula.
La víctima en ese caso fue identificada como Karla A., una mujer que fue reportada como desaparecida hace quince días en la cabecera cantonal de Samborondón.
Ella trabajaba como taxista y desapareció cuando hacía una carrera en el sector de Salitre. Su carro apareció la semana pasada en una zona rural. (I)
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