Hasta en frascos de colágeno guardan las piezas de fusiles las organizaciones criminales para ingresarlas al país y ponerlas a disposición de las bandas que se disputan el territorio. La astucia de estas organizaciones ha sorprendido a los agentes de la Policía Aduanera, que desde hace unos meses descubrieron cómo estaban entrando por partes fusiles al país. Lo hacían dentro de paquetes enviados a través de empresas courier.