Una de nuestras columnistas nos hizo conocer en su artículo, hace algunos días, que el Ecuador había sido escenario de una conferencia internacional sobre enfermedades neurodegenerativas, motoras y cognitivas, a la que habían sido invitados quince profesores de alto nivel de América Latina, Estados Unidos y Europa, todos expertos en enfermedades cada vez más frecuentes, autoridades mundiales en genética, salud pública y epidemiología.

Asistieron el presidente del grupo de investigación de afasia y trastornos cognitivos de la Federación Mundial de Neurología y dos ecuatorianos del programa Prometeo, dedicados a la neurociencia. El objetivo era promover la investigación de este tipo en América Latina, incluyendo el Ecuador, donde aún carecemos de lo básico: datos estadísticos sobre las enfermedades neurológicas.

La conferencia fue organizada por la empresa pública Yachay, el programa Prometeo y la Federación Mundial de Neurología, que tomaron la iniciativa, positiva por cierto, así como la responsabilidad económica y logística, que no es sencilla en encuentros de esta naturaleza. Sin embargo, es de lamentar que tuviera poca difusión, no solo porque hubiera tenido mayor convocatoria, sino porque es bueno que los ciudadanos aprendamos a darle importancia a lo que realmente la tiene y a incorporar a nuestro acervo el interés por lo científico. (O)