Miércoles de Ceniza con fervor en Santa Elena

En la capital de la provincia de Santa Elena, en el cantón del mismo nombre, se vive el día de Miércoles de Ceniza con un fervor religioso y tradiciones, desde tiempos memorables.

Con el Miércoles de Ceniza, la Iglesia católica inicia la Cuaresma, que es un tiempo de oración, limosna y ayuno donde los fieles se preparan para la Semana Santa. La abstinencia es desde los 14 años de edad, y el ayuno de los 18 hasta los 59 años. El ayuno consiste en hacer una sola comida al día y la abstinencia en no comer carne. Católicos santaelenenses y de otras provincias acuden a la Catedral emperatriz Santa Elena para recibir la ceniza bendecida por el sacerdote. Antes, solamente colocaba un punto de ceniza en la frente, ahora el párroco hace una cruz, rito que procede en medio de la celebración de la misa o al finalizarla.

Con anticipación, los sacerdotes o las damas y los caballeros voluntarios de congregaciones religiosas, catequistas, grupos católicos de las parroquias, visitan por la ciudad las casas de las familias para pedir que les regalen los ramos secos que conservan del domingo de ramos del año anterior o estampas benditas que están dañadas que los quemarán para obtener las cenizas.

En la iglesia, el sacerdote, al colocar la ceniza en la frente del feligrés pronuncia la frase bíblica: “De polvo eres y en polvo te convertirá”, recordando que no somos eternos, debemos arrepentirnos de nuestros pecados y creer en el Evangelio. La nave de la catedral resulta pequeña para albergar a creyentes y turistas que llegan a la Península. Familias enteras entre adultos y menores asisten. Luego de salir de misa pasean por el parque disfrutando de un helado.

La ciudad de Santa Elena se convirtió de vicaria a diócesis, ya que aumentó la población católica, por lo que se celebran varias misas hoy para imponer la ceniza. (O)

Evelio Patricio Reyes Tipán, técnico acuícola, Santa Elena