El actual alcalde de Guayaquil insiste en el cobro de este impuesto abusivo, ilegal para mi concepto, pues lo presenta como contribución, que generalmente son voluntarias, pero que de contribución no tiene nada, es impositivo.

CEM: una carga injusta para los ciudadanos

¿Sabe alguien cuáles son las mejoras por las cuales nos están obligando a ‘contribuir’? ¿Se han molestado en explicarlo, en socializarlo? Para nada. O pagas o te inician juicio de coactiva, te bloquean tu cuenta bancaria y no tienes otra opción que pagar. Y con este impuesto infame, el total del impuesto catastral sube exorbitantemente dependiendo de donde tenga su propiedad, duplicando el impuesto catastral anual, para desmayo de los ciudadanos.

¿Elegir?, ¿para qué?

Ni con León Febres-Cordero cuando se construyó el Malecón 2000, obra que enorgulleció a los guayaquileños; ni con el abogado Jaime Nebot, que inició la regeneración urbana, el malecón del Salado y todas ellas obras emblemáticas que hicieron renacer el orgullo guayaquileño, tuvimos esta clase de impuestos por mejoras, y si los tuvimos, estuvieron bien justificados y habremos pagado con gusto. Pero ahora, demandar pago por mejoras invisibles de las cuales no tenemos ni la mejor idea de años ya pasados, de otras administraciones municipales, nos parece simplemente un abuso de autoridad. Los guayaquileños estamos en indefensión. ¿Quién nos defiende de este abuso? ¿Quién sabe a dónde va la recolección de esta imposición? ¿Qué hacen con la plata? No me digan que para mejoras a la ciudad, porque más abandonada de lo que está Guayaquil ahora no puede estar. Estamos regresando a la época de los 80 cuando Guayaquil era el patito feo del Ecuador. (O)

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Nelly Mercedes Lozada García, Guayaquil