El presidente Guillermo Lasso asumió el gobierno de Ecuador en mayo del 2021 en medio de una coyuntura económica agravada por la pandemia de COVID–19.

La economía estaba en riesgo por los bajos precios del petróleo y por un alto nivel de endeudamiento público, previo al brote de coronavirus. El presidente pretendía estimular la economía aumentando la inversión extranjera e impulsando la producción de petróleo. Sus propuestas eran crear dos millones de puestos de trabajo, expandir el sector agrícola con préstamos a bajo interés, un alza del salario básico a $ 500, impedir aumento del IVA y mantener la dolarización. Se proyectaba tener un crecimiento moderado al nivel de inflación, dado el incremento del salario básico en $ 25. Estas propuestas económicas no se han ejecutado del todo. A final del 2022 el Gobierno da a conocer que ha priorizado la disminución del déficit fiscal respecto a las asignaciones presupuestarias, sacrificando otras obras de infraestructura. Según el Banco Central del Ecuador (BCE), la asignación de recursos para la atención de los sectores de salud, educación y seguridad en el 2023 supone apenas el 40 % del presupuesto con $ 12.754 millones. Cabe mencionar que representa una variación del 11 % con respecto al 2022, que fue de $ 11.501 millones. Las asignaciones de estos recursos deben superar este porcentaje, ya que esto debe ser prioridad para la reactivación económica; sin salud, educación y seguridad el país no avanzará al desarrollo anhelado. Por lo cual debe haber equilibrio entre la inversión social y el pago de la deuda externa, priorizando la inversión social. Si el Estado invierte en bienestar social, en salud, transformará hasta la inseguridad que nos acecha. Hay que generar una economía de oportunidades para todos y paz social. El Gobierno menciona que una de las razones es que las organizaciones financieras tradicionales no recibirán créditos al 2 % y recurrirá a otra fuente de financiamiento con tasas de hasta 19 %. Además, el aumento del salario básico es proporcional al elevarse en $ 25, lo que genera poco empleo en el sector privado.

Como conclusión, se está pagando la deuda externa y no invirtiendo en lo social, en sectores de mayor atención prioritaria que ayudan al crecimiento económico; sin ello se genera inestabilidad económica y política dentro del país. (O)

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Kevin Sánchez Sanaguano, ingeniero en Negocios Internacionales, Guayaquil