La semana pasada ha sido noticia la fuga de la exministra Duarte de la Embajada de Argentina en la ciudad de Quito. En mi escaso conocimiento de asuntos exteriores y al escuchar que tres países están comprometidos, me pregunto: para que fugue una exministra que tiene juicios pendientes que responder al Ecuador, ¿los responsables de esta acción también serían el Gobierno nacional de turno y su canciller?

¡Cuándo se acabará la corrupción en nuestro país!

No queremos asumir una verdad, muy fácil es culpar al de ayer y el de ayer culpar al de antes de ayer, y así sucesivamente el cuento no termina. (O)

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María Carmen Burgos García, Guayaquil