En casi todas las funciones e instituciones del Estado en los gobiernos de Correa y Moreno, alineados al socialismo del siglo XXI, como nunca antes la corrupción, el despilfarro, los sobreprecios..., se apoderaron del país; tuvimos:

Contralor refugiado en Miami; dos fiscales que viajaron a Brasil a traer la lista de dos coimados por la empresa Odebrecht y no trajeron nada; un procurador del Estado que perdió la mayoría de juicios contra petroleras; un jefe de Estado que se dedicó a perseguir a todo el mundo, meter mano a la justicia para establecer un sistema hasta ahora a su servicio: no se han investigado a profundidad los casos Quinto Pazmiño y esposa, Fausto Valdiviezo, general Gabela; no han eliminado la tabla de consumo de estupefacientes que ha hecho mucho daño a la juventud. Por otro lado, Correa creó 130.000 puestos en la administración pública con sueldos de $ 3.000 a $ 9.000, distribuyéndolos en distritos, gobiernos zonales, subsecretarías, etc. Esto explicaría por qué el correísmo sigue vigente, en las últimas elecciones alcanzó el 47,50 % de votos y en la Asamblea tiene mayoría. ¡Cuidado el Gobierno del ‘encuentro’ esté durmiendo con su enemigo!, pues ellos tienen su ‘proyecto político’. La Asamblea reparte entre sus miembros proyectos de construcción, especialmente en Manabí; no da paso a un proyecto de reformas constitucionales aprobadas por la Corte Constitucional y respaldado por más de 300.000 firmas; algunos asambleístas fraudulentamente tienen carné de discapacidad para gozar de los beneficios que conlleva; como si fuera poco, en Napo se expresó: “Si roban, roben bien, justifiquen bien, pero no se dejen ver las cosas, compañeros”, esto tuvo el respaldo de partidos. Estos asambleístas deben recordar lo que pasó con los congresistas hace algunos años; cuidado el pueblo. (O)

Cristóbal Colón Gualancañay Mora, ingeniero civil, Guayaquil