El desarrollo intelectual se expande cuando se motiva. Los alumnos desmotivados inspiran un entorno mediocre. A los estudiantes se los anima a desarrollar su inteligencia, capacidades, creatividad, destrezas, fortalezas.

Cuando era maestro de colegio promovía actividades para que los estudiantes despierten sus razonamientos, los llevaba al planetario de la Armada, a los museos, al malecón, etc., con el tiempo hubo la norma educativa que obligaba a los catedráticos a realizar labores más amplias de cultura, campo que los motiven al razonamiento, al análisis, la crítica, la investigación, la conclusión de ideas; saber qué piensa el alumno sobre lo que aprendió en cada materia, clase, visita de campo, etc. (O)

Eduardo Emilio Jiménez Macías, Salinas, Santa Elena