En octubre tenemos asaltos, balaceras, en tres centros comerciales de Guayaquil, asaltos a conductores de vehículos, pasajeros en buses, negocios, oficinas, mercados; ahorcados en la Penitenciaría del Litoral, asesinatos, etc. En otros puntos del país, la delincuencia, el narcotráfico, las violaciones, el sicariato, etc., provocan más muertos que los virus.

Por otro lado, los politiqueros ambiciosos están en los amarres–pactos vergonzosos entre amigos y enemigos para saciar apetitos, intereses, de sus partidos y personales, y continúen la corrupción, los sobornos, las metidas de manos en los poderes del Estado y dineros de ecuatorianos. Quieren repartirse el ‘pastel’ y amenazan con realizar juicios, paros; exigen cosas. No combaten la inseguridad en el país, pues conviene tener un pueblo distraído, asustado, por la violencia, asaltos. (O)

Paúl Jaime Ríos, Guayaquil