La crisis deportiva causante de la tristeza, enojo y coraje de los socios e hinchas que asistimos al estadio Capwell a esperar que un grupo de jugadores ineficientes devenguen los sueldos altos pagados por el Club es responsabilidad de la directiva y el cuerpo técnico.

La reacción y el rechazo de socios e hinchas es la expresión del desencanto y el coraje de ver cómo tiene jugadores que no pesan dentro de lo futbolístico. Son cuatro años sin logros futbolísticos de que Emelec no es campeón de la Liga Pro, la Libertadores, la Copa Ecuador. No se invierte en jugadores eficaces que suden la camiseta que representan. Si fueran vendedores sin resultados, en las empresas de directivos, se hubieran ido hace rato y daban paso a verdaderos dirigentes que inviertan el dinero del club en jugadores profesionales y nuevo cuerpo técnico. Por otro lado, Independiente, un novel club, tiene mejores jugadores, ha logrado ser campeón de la Sudamericana y vicecampeón; y Emelec, nada. A la dirigencia debe llegar un hincha que sienta coraje y tristeza por ver jugar a su equipo con logros positivos. Por ello rechazaré este periodo de dirigencia, el día de la votación. Se debe incentivar a las barras y registrarlos uno por uno, conocer sus aspiraciones y apoyarlos económicamente mediante una contribución en cada partido, para prevenir robos, atropellos, cuando salen de la ciudad hacia otro estadio, y hacerlos responsables de los desmanes por su falta de cultura. El deporte es pasión, alegría, tristeza y cultura; evitemos lo deprimente que desdice de lo que eran las barras formadas por Eduardo ‘Che’ Pérez y Giuseppe Cavanna, que sus recuerdos sean motivo de homenajes y honra. (O)

Johnny Cedeño García, ingeniero, Guayaquil